Capítulo 3

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- Mmm

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- Mmm... - gimió Jennie tragando - es el mejor Pad Thai que he probado nunca. Está riquísimo. - Miró tierna a Lisa - Bueno, cualquier cosa después de hacer el amor contigo me sabría a delicia.

- Qué bonito... - la castaña sonrió, al otro lado de la mesita. Le acarició la mejilla, en un suave pellizco con los nudillos del dedo índice y corazón. - Adoro verte cariñosa después de hacerte el amor.

- ¿Sí? Aunque no me pueda sentar... - se rio Jennie.

- Vaya, ahí dentro de la ducha, no te quejabas para nada. - Lisa se limpió con una servilleta - Oh, Lisa, si, no pares amor... - dijo poniendo distinto tono de voz.

La morena se sonrojó tirándole un trozo de pan.

- Eh, si empiezas así... - dijo Lisa balanceándose sobre su silla y abriendo la nevera, detrás de ella. Cogió un bote de crema - Supongo que yo tendré que continuar.

- No... Lili, nos acabamos de duchar y ya quieres...

- ¿Quién dijo que era para ti? - dijo la castaña irónica, y se llenó la boca de crema.

Jennie frunció el ceño.

- Que, ¿está buena la crema con el Pad Thai?

Lisa asintió. Trago y le enseñó la lengua, burlándose más de ella.

- Serás... - un estruendo se oyó. Y Jennie terminó de decir la frase entre carcajadas. - T...ton... ¡tonta!

Se levantó, observando a Lisa que se había caído de la silla. Más bien, la silla se fue hacia atrás... haciendo que ella cayera también.

- ¿Estás bien? - dijo con lágrimas en los ojos de la risa, poniéndose en cuclillas a su lado.

- Eso... ríete de mí y de mis desgracias.

- Ohm... - Jennie se levantó de nuevo. - está mujer...

- Ohm... qué mujer. - dijo, imitándola para pincharla. Lisa se levantó.

- ¿Qué no te dijeron en la escuela que no se balancea encima de una silla? Apuesto a que cuando ibas a primaria te castigaron muchas veces.

- A primaria... a secundaria... hasta en bachillerato. - La castaña se rió.

- Porque sería... - dijo Jennie girándose, sonriendo, imaginándose a una pequeña Lisa en la escuela. Sintió como sus brazos la abrazaron, como su cuerpo se apretó a su espalda. Y como siempre, un último comentario, de ella.

- Algunas veces me riñeron por empalmarme en plena clase. - La apretó más contra ella - por qué no lo haces tú ahora... - le apartó el cabello besándole la nuca. - venga... castígame... enséñame la diferencia entre lo correcto y lo que no. Pero, lo quiero con ejemplos, señorita... demostraciones en vivo

********

El despertador sonó y como cada día la típica rutina aun que, ahora teniendo a Lisa en su vida todo era diferente. Jennie se levantó de la cama apenas ya que tenía varias partes del cuerpo doloridas. El sexo con Lisa era fantástico, pero... dios santo, terminaba hecha polvo. Aun no se creía que anoche hubiera perdido la cuenta de las veces que había hecho que se corriera.

- Buenos días... - dijo besando el hombro desnudo de la castaña, susurrándole al oído.

Ella sonrió. Se giró hacia a Jennie y la abrazó, dándole un ligero beso en los labios.

- Si me despiertas así cada día... sí que serán buenos.

Ella le devolvió la sonrisa. Se dirigió hacia la persiana y la levantó un poco, para que no molestara en los sensibles... - grandes y adorables - ojos de su Lili, recién despertados.

La morena buscó unas braguitas limpias, sujetador y alguno de sus conjuntos para ir a trabajar, todo Calvin Klein. Sintió un apretón en la nalga, al agacharse para subirse las bragas.

Seguido sintió algunos besos y suaves mordiscos, subiendo desde su trasero hacia su espalda provocándole escalofríos.

- ¿Por qué no te quedas unos minutos más conmigo? estás muy bien así desnuda.

- A ti aun te queda más de una hora, pero yo entro a las ocho. - le recalcó Jennie. - Además, ¿no tuviste suficiente con todo lo de ayer? - la morena rió.

- Cuando se trata de ti, nunca tengo suficiente.

Jennie se giró mirándola tierna. ¿Cuándo la fría de Lisa había decidido cambiar y empezar a decir esas cosas? Como desearía quedarse allí, entre sus brazos.

Se tumbó nuevamente dejándose caer encima de Lisa, sintiendo la cálida piel de su chica apegada con la suya. Un enrevesado juego de piernas. La castaña la abrazó, cuanto le gustaba a ella esa sensación de protección.

- ¿Uno rápido?

- ¡Lili! - Jennie la miró mal. Se levantó de nuevo.

- ¿Qué? - dijo la mencionada riendo, persiguiéndola por la casa.

- Que eres peor que los felinos... ¿Es que no puedes estar seis minutos sin meter tú...en mí...? - miró hacia abajo. Y a estas alturas, al ver... todo lo potente que era Lisa, aún se sonrojaba. - Tápate...

- Será posible... - masculló Lisa, cogiendo unos bóxer Celine blanco de un cajón. - Que aun te atrevas a pedirme que me cubra cuando la conoces hasta mejor que yo, después de todo lo que le has hecho últimamente... ¿me equivoco? Creo que habéis hecho hasta buenas amigas.

- ¡Lisa! - Jennie estaba como un tomate.

- Adoro que te sonrojes. - tiró de su brazo - Ven aquí, Nini. - Le dio un sonoro beso en la frente - mi pequeña y hermosa Nini.

 - Le dio un sonoro beso en la frente - mi pequeña y hermosa Nini

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En unas horas subo otro!! 😉

Me avisan cualquier error, bye 💋

𝑷𝑹𝑶𝑻𝑬𝑪𝑻𝑰𝑵𝑮 𝑼𝑺       JENLISA GIPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora