Capítulo 19

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Unas cuantas cervezas, algo de comedia y cachondeo, palabras de conexión, más conocimiento la una de la otra

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Unas cuantas cervezas, algo de comedia y cachondeo, palabras de conexión, más conocimiento la una de la otra. La que se enamora de esos labios carnosos, esa espléndida sonrisa, ella que navega en el mar de sus ojos. Lisa y Jennie que se divierten molestándolas ... ella a su mejor amiga, y la detective, a su compañera y mejor amiga.

- Me temo que Jennie tiene razón. - dijo Rosé ya con algo de alcohol subido, las mejillas teñidas de un rosado que la hacían más hermosa. Rubia de ojos celestes -por las lentillas- ¿existe algo más perfecto? Pensó Jisoo - Necesitas ayuda con tu hijo.

- ¿Enserio? - se ofendió Jisoo, en broma. - Entonces, ¿Por qué no me ayudas tu?

La rubia la miró con los ojos entrecerrados.

- Tienes razón. - ambas rieron. - no, no, enserio.

- ¿Qué sabrás tú de ser madre? - dijo detective dando otro trago a su cerveza.

- Oye, perdona. - Rosé se levantó. - Estuve dos años con un tío divorciado que tenía tres niñas. ¡Tres! Una recién nacida, otra de cinco años y otra de quince. ¿Sabes lo que es eso? ¡Una tortura! Creo que sabría ayudarte con tu angelito de cuatro años. - sonrió. - se parece muchísimo a ti. - se apresuró a corregir. - de cara, eh. De carácter creo que no es tan...

- ¿Tan? - dijo Jisoo ladeando la cabeza, como símbolo cariñoso. La rubia se rindió ante el encanto de la coreana.

- Tan, tan... - bufó. - me sacas de quicio, no me mires así.

- ¿Cómo?

Jennie y Lisa yacían en silencio en el otro sofá mientras contemplaban la escena.

- ¿Cómo, así? - Jisoo tiró de su brazo, haciendo que se bajase. Quedaron a centímetros de la otra. Ella se embobó, mirando los destellos dorados que tenían aquel iris precioso, parecido al cielo de una tormenta. - Si tuviéramos un hijo, sería precioso.

Rosé rompió en risas. Entre el alcohol y lo que le acababa de decir la detective, le cogió un ataque de gracia.

- En serio. - dijo Jisoo sin aguantarse la risa. El sonido de las carcajadas de la rubia era contagioso. - Nena, no rías.

- Es que... - rió y rió. - dios, eres tonta, Jisoo . - rió más, intentando saciarse. - te quiero. - dijo ahora seria. Volvió a sonreír.

La chica negó con la cabeza. Miró a Lisa y Jennie que se sonreían.

- Mejor me la llevo a casa. Está como una cuba.

- A ver que hacemos... - dijo la morena mirándola mal.

- No te preocupes. Me encanta el sexo con chicas. Más si son como Rosé. - dijo mirándola, ahora ella se había sentado en el sofá, y volvía a reir. - pero no abuso de borrachas. Si le tengo que hacer algo, se lo haré pasado mañana, cuando se le haya pasado la borrachera y pueda recordar todo lo que le espera... - sonrió pícaramente y cogió a la rubia por la cintura.

𝑷𝑹𝑶𝑻𝑬𝑪𝑻𝑰𝑵𝑮 𝑼𝑺       JENLISA GIPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora