¡Estupido Potter!

C2.JAMES POTTER

No puedo evitar sentirme extraño. A veces estoy riendo sin parar y compartiendo con amigos, por un momento me siento feliz, me siento yo, pero de un momento a otro logro sentir... sentir esa maldita sensación que me sofoca, las estúpidas ganas de salir corriendo de dónde quiera que esté, sentir que ninguno de los que está ahí me conoce en realidad, que solo saben de mí lo poco que muestro.

-¡Eres una farsa James Potter! - me regaño a mi mismo observando la foto de mis padres.

Harry y Hermione. En la foto están sonriéndome, a mama le vuela el pelo con sus característicos rizos, los mismos que yo he heredado. Papa nos mira con ternura con esos mismos ojos esmeraldas que me ha regalado. Son los mejores padres que alguien pudiera desear. Mama es cariñosa e inteligente. Papa es valiente y brillante. ¿Cómo se supone que voy a estar a la altura? Todo estaba bien en mi vida hasta que llegué a Hogwarts, allí me di cuenta de que a nadie le interesaba quien fuera yo de verdad, se esperaba de mí que brillara, que hiciera grandes azañas... Nadie quería saber quien era James... Para ellos solo era otro Potter.

Bajo pronto al gran comedor, por los pasillos me encuentro a Beth, una alumna de Revenclow, ella me saluda coquetamente y yo le devuelvo la sonrisa. Ella suspira y se sonroja y yo simplemente no siento nada. Todo es tan superficial, piensan que estoy bien y que siempre estoy feliz, incluso me han dicho que irradio felicidad. ¡Vaya ironía! Me siento como la mierda, solo que he aprendido a ocultarlo muy bien, nadie lo nota, nadie me nota.

Sigo distraído en mis pensamientos cuando veo una cabellera rubia bajando las escaleras.

-¡Reina del hielo! - Digo gritando des de la distancia.

Ella se para en seco y no se digna ni a girarse ni a dedicarme un saludo.

-Siempre tan fría.

- No tengo tiempo para esto Potter - ¿No tienes tiempo Lía? Tranquila, yo me ocuparé de que lo tengas.

Saco una bomba del bolsillo, el tío George me lo regaló este verano.

"Úsalo bien sobrino, es uno de mis mejores tesoros"

Había pensado usarla con el señor Fintch y quizás hacerle fotos y pegarlas por todo Hogwarts, pero la idea de usarla con Lía simplemente me parecía deliciosa. Quizás así conseguía sacarla de esa pose altiva y fría que tiene.

-¡Malfoy!- Grito

-¡Dios que hombre más cansino!- Antes de que pudiera girarse la bola impacto en su cara, tiñendo su pelo, piel y uniforme de lila.

Evidentemente yo estoy encantado al ver su expresión. ¡Dios mío! Esto es demasiado divertido. La siempre perfecta e inquebrantable Lia parece casi humana con esa expresión de asombro. Ante el jaleo de alumnos empiezan a salir de todas partes, uniéndose a los bitores y aplausos. Algunos empiezan a hacerle fotos.

- Te sienta bien el morado pequeño Malfoy...

En cuestión de segundos me encuentro suspendido en el aire, sin usar varita Lía me lanza un hechizo no verbal.

-Eres el ser más falso y despreciable del mundo Potter... Eres una asquerosa alimaña.

-¡Cállate hurona! Eres una frígida, era una broma, ¿y sabes que? Por una vez en tu vida has puesto alguna expresión en tu cara...

Podía verla con la cara enfurecida, y pronto pasó algo que hizo que mi corazón se estremeciera. Gruesas gotas caían por la cara de Lía. Realmente le había hecho daño, otra vez. A veces soy demasiado estúpido.

-Lía - Grita su amiga Nat - Por favor déjalo estar, no te haces un favor, esta no es la manera...

-¡Eres un estúpido Potter!

- Van a venir los profesores, déjalo Lía - Dice Nat tirando de su amiga.

Antes de dejarme caer al suelo me envía una última mirada asesina.

- Te odio James Potter, a partir de hoy estás muerto para mí, si quieres guerra eso vas a tener.

Noto como mi cuerpo impacta contra el suelo. Varios alumnos se acercan a ayudarme, a "socorrerme". Entonces me doy cuenta de que siempre es así, nadie ayuda a Lía, nadie la salva, nadie la ve... Por un momento pienso que quizás se sienta tan sola como yo...