Me parecía surrealista. Una Malfoy en casa de los Weasley, seguro que mi abuelo estaría indignado. Todos en la mesa ríen escandalosamente, Ron imita a su madre mientras todos se jactan de la matriarca. Esta los mira entre indignada y divertida. Luna sonríe con devoción a su marido, siempre con esa aura de paz y tranquilidad. Nunca había estado en un lugar tan ruidoso, y a la vez, tan hermoso.
En ese momento noto una mano sujetando la mía, mis mejillas lo reconocen antes de que lo hagan mis ojos. James me sonríe tiernamente, y me siento estúpida por deshacerme ante ese gesto... ¿Era consciente de lo que causaba en las personas? ¿En las mujeres? Tenía esa sonrisa perfecta y ese brillo en los ojos, que te hacía sentir que realmente eras lo más preciado para él. Recuerdo el beso, y hago un esfuerzo para no llevarme los dedos a mis labios.
James se acerca a mi oreja
-Dime por favor que no soy el único obsesionado en ese beso.
-Cállate - digo tremendamente avergonzada. - Deberíamos volver a casa ya.
-¿Quieres un segundo asalto? - Dios... A veces olvido lo básico que puede ser
-Te recuerdo, por tu propio bien, que será mejor que mi padre me encuentre cuando vuelva.
-Esta bien - James gira la varita y nuestros abrigos se aparecen levitando - ¡Familia! Nosotros nos vamos a ir, tenemos que volver antes de que Draco que me mate.
- ¡Cuidado con el suegro! - Vitorean Ron y George
-Muchas gracias por venir Lía, responde la señora Weasley
-Gracias, señora, ha sido un placer.
-No tienes que ser tan formal, llámame Molly, aquí somos familia.
-Yo no... - digo entrecortada, no son mi familia. Mi padre es mi familia.
-Haces bien a James, está más feliz, y eso es gracias a ti.
Observo como James me ofrece su mano. Y con solo rozar sus dedos nos aparecemos en el jardín de los Potter.
-Lía, espera. - sigue sujetándome la mano. - Nos quedan solo dos días antes de volver a la escuela y quería darte mi regalo de Navidad.
-James, no hacía falta... Además yo... - Mierda, en ningún momento se me pasó por la cabeza hacerle un regalo. Empecé odiándolo así que ni me planteé un regalo.
-No tienes que hacerme un regalo, de hecho técnicamente el mío tampoco lo es. - Se saca de la chaqueta un pequeño paquete - Solo te devuelvo lo que es tuyo.
Abro con torpeza el regalo. Reconozco enseguida en cuero de mi diario. El lomo ya no está desgastado, de hecho parece nuevo.
-Me has comprado un diario igual que el de mi madre - digo emocionada
-Ábrelo
Abro con cuidado, una foto cubre la primera página, salimos yo y mi madre. En ella salgo de pequeña, con los ojos azules y mi madre regalándome besos en la frente. Sigo pasando las páginas y aparecen frases de mi madre, también puedo ver algunos de mis dibujos.
-James, esto no es posible, se perdieron las hojas... ¿Cómo has conseguido repararlo?
-La verdad es que me sentí fatal cuando tiré tu diario, esa noche me escapé con la capa de mi padre y busque las partes perdidas. No fue fácil y tuve que pedir ayuda a las criaturas de Hogwarts y del bosque. La foto se la pedí a tu padre. Y mi madre me ayudo a repararlo, ya sabes que es muy buena bruja...
Noto como mis lágrimas recorren mis mejillas.
-Nadie me había hecho un regalo así James
-Bueno, ha sido trabajo en equipo - dice nervioso tocándose el pelo.
-¿Por qué lo has hecho?
- Me sentía culpable y...
-¿Lo has hecho por culpabilidad?
-En parte, al principio, pero no me tomaría tantas molestias por cualquiera. Me importas Lía, de verdad, y quiero hacer bien las cosas.
Sin pensarlo rodeo a James con mis brazos, notando su fragancia y su calor. Observo con verdadera adoración, permitiéndome, por segunda vez esa noche, desnudar mi mirada. Quería que sintiera lo que sentía, quiero que vea lo mucho que me importa. Me acaricia la mejilla, mientras me besa la frente. Agarro decidida la solapa de su chaqueta, poniéndome de puntillas e intentado no perder el equilibrio. Y sacando valentía, una valentía que no sabía que tenía, le beso ferozmente. Me corresponde rápidamente, y ronroneo con cada tacto suyo.
-Me vas a volver loca... Estúpido Potter
ESTÁS LEYENDO
¡Estupido Potter!
Fiksi Penggemar¿Un Potter y una Malfoy? Lía odia a James con toda su alma, es arrogante, engreído, desafiante... James odia a Lía con toda su alma, es fría, arrogante, niña de papa... La directora McGonagall esta arta de las disputas entre dos de sus...