¡Estupido Potter!

C8. JAMES POTTER

- LEVI CORPUS!

En pocos segundos, Lía se encuentra suspendida en el aire.

- Finite incantatem!

En ese momento somos dos criaturas luchando por la vida, luchando por el orgullo. La siempre impoluta Lía está despeinada, con puro fuego vibrándole en los ojos. Casi podría adivinar que se escapa una sonrisa de satisfacción. Pese el miedo y caos generado en el gran comedor nosotros estamos disfrutando como nunca de esta coalición de energía, de magia.

- DESMAIUS! - Esquivo rápidamente el hechizo antes de que pueda impactarme - No te relajes Potty

-FLUCTUS - Lía es sacudida por un fuerte torrente de energía

-Vas a necesitar algo más fuerte James - Dice agotada y con la respiración agitada - Everte Statum

Esquivo el hechizo, que me habría hecho volar por los aires una vez más.

-Pequeña Malfoy estás empezando a cansarte...no creo que resistas un duelo así.

-Me han entrenado des de pequeña, creo que aguantaré el ritmo. Además, soy más ágil que tú... Te mueves como un trol.

- Incarcero - Unas cuerdas aparecen alrededor de las manos de Lia. -¿Decías? Hablas demasiado Lía, eso te distrae de ver lo que hace tu oponente.

Antes de que me dé cuenta Lía salta hacia atrás y me pega una patada que hace que me tambalee y caiga de bruces al suelo.

-¡Tumbado al estilo Muggle! - Dice con suficiencia - Debería darte vergüenza.

-Jauleo! - Una Jaula aparece alrededor nuestro - ACCIÓ VARITAS

La directora MgGonagall aparece haciendo alarde de su poderosa magia.

-¡Debería darles vergüenza! Dos de nuestros mejores alumnos de la escuela peleando como salvajes...¿No ven el ejemplo que están dando? Alumnos de quinto comportándose como chiquillos, ni los de primero se portan así...

-Lo siento Minerva - Decimos al unísono.

-¡No quiero más disculpas! - Los profesores me han notificado las constantes disputas entre ustedes. Si vuelven a crear un altercado nos veremos obligados a hablar con sus padres.

Ambos nos miramos con auténtico terror. Mi madre podía dar auténtico terror cuando se enfada.

-Hasta entonces ambos estarán castigados. Quiero que ayuden a la Bibliotecaria. Una semana debería ser suficiente para que piensen en su deplorable actitud.

***

Me tumbo a la cama, aun acelerado por la reciente pelea. Recordando lo vivido.

-James... Ha llegado un vociferador, es de tu madre.

-No quiero abrirla... - Digo con auténtico terror

- Tío adoro a tu madre, es genial, es cariñosa y una heroína de guerra... Pero no me atrevería a recibir un vociferador suyo...de verdad que da autentico terror.

-Aunque no lo creas Shiv, eso no me está consolando.

-Animo amigo, seguro que no es para tanto.

Abro con cuidado la carta, esperando lo peor.

-¡JAMES POTTER! ¡Cómo HAS SIDO CAPAZ DE PELEARTE CON UN COMPAÑERO DE CLASE! ¡COMO UN SALVAJE! ¡NO SABES QUE VERGÜENZA HEMOS PASADO AL SABER QUE HAS CREADO PROBLEMAS EN LA CLASE DE LUNA! ¿HAS PENSADO EN LO MUCHO QUE SE ESFUERZA EN HACER LAS CLASES ENTRETENIDAS? ¡COMO ME VUELVA A ENTERAR DE QUE MOLESTAS A ALGÚN COMPAÑERO O PROFESOR TE HARÉ VOLVER A CASA EN EL PRIMER EXPRESÓ A HOGWARTS!

El mensaje se autodestruyo en unas feroces llamas.

-Dios mío... Parece una leona cuando se enfada. - Dice Shiv viendo el resto de la carta evaporarse.

-Qué raro... La profesora Lovegood no le ha dicho que las peleas eran con una compañera.

-Mejor así, no creo a tus padres les haga gracia verte involucrado con una Malfoy.

- Pensé que creías que Lía me hacía bien.

-¿Ahora la defiendes? - Dice mirándome divertido

-No me refiero a eso... Lo vuestro es algo así como Romeo y Julieta.

-¿Qué es eso? - Pregunto curioso

-Es un libro muggle, sobre dos chicos de familias enemigas que se enamoran.

-Suena aburridísimo

-No creas, al final muere todo quisqui.

-¡Qué bien! Así que ese es el final que nos espera

-Alguien está viendo fantasías donde no las hay...- Dice Shiv comiendo chucherías des de su cama- Hay Romeo, por qué eres Romeo. - Recita poesía mientras yo le observo inquisitivamente des de la cama.

Le lanzo una almohada intentando que se calle.

-En serio tío, eres un grano en el culo

Digo abandonando la habitación y dirigiéndome al baño de los prefectos. Necesito despejarme de toda esta tontería.