C10. JAMES POTTER

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-James...- Protesta Shiv - ¡Apaga la luz y deja de mirar el maldito mapa!

Cierro las cortinas de mi cama.

-Juro solemnemente que esto es una travesura - Susurro

Empiezo a observar el viejo y destartalado mapa. Papa me lo dio en tercero, a él se lo dieron los tíos Fred y George cuando tenía mi edad. Siempre me cuenta todas las aventuras y lo mucho que este mapa le había ayudado. Cuando no puedo dormir me gusta observarlo, y aunque jamás lo quiera admitir, a veces me gusta buscar el nombre de Malfoy en él.

Doblo el mapa infinitas veces, busco en los lugares donde suele estar, pero no hay rastro de ella. Extraño. Lía tiene horarios fijos, no suele salir de su rutina. Cómo Shiv te oiga decir algo así en voz alta va a estar insoportable. Quizás debería dejarlo estar, sinceramente, no sé que hago a estas horas de la noche escondido bajo las sabanas buscando a la chica que intenta matarme cada vez que parpadeo. Soy masoca. Y entonces la encuentro. ¿Dónde demonios esta? Observo durante largos minutos que su nombre se encuentra quieto, en un mismo punto... En ese lugar no hay ninguna aula, no hay nada especial...y está muy lejos de la sala Slytherin, ¿Qué se supone que hace?

Cierro el mapa de golpe.

- Nox -Apago la luz de la varita y me vuelvo a quedar bajo las sabanas. Intentando dejar de pensar en su nombre y en el maldito pasillo del cuarto piso. Y cuanto más intento descansar más me martillean los pensamientos. - Realmente soy estúpido

Me levanto con fiereza, con sentimientos encontrados en mi pecho. Va a pensar que estoy loco si me encuentra acosándola en medio de la noche. Pero no podré dormir hasta que sepa que demonios está pasando.

***

Llego corriendo, con el corazón en la boca, el mapa en una mano y la varita alzada en la otra.

-¿Lía? - Respondo dubitativo

Nadie responde. Aparentemente no hay nadie. Ninguna puerta o ventana. Ningún ruido. Pero su nombre sigue allí. Recorro mis dedos por encima del nombre.

El mapa nunca miente

Alzo la varita en dirección a la pared.

- Revelo

En pocos segundos el arco de una vieja puerta se descubre poco a poco. Pongo mi mano encima de ella y puedo oír que hay algo detrás de ella.

-¿Lía? ¿Eres tú?

-¿James? ¡James! -Dios que bien suena mi nombre en sus labios - Sácame de aquí por favor.

Entonces me doy cuenta de que está atrapada. Me riño a mi mismo por no haber venido antes. Mil dudas asaltan mi mente. ¿Qué hace aquí? ¿Cómo se ha quedado atrapada? ¿Por qué no sale? ¿Será otra trampa suya? Decido que solo ella puede responderme a esas preguntas.

-¿Tienes varita?

-Me la han quitado - Solloza

-Tranquila, voy a sacarte de aquí, te lo prometo. - Cojo aire y escondo el mapa - ¡Alohomora!

Nada puede prepararme para la imagen que encuentro delante mío. Lía se encuentra dentro de un pequeño armario, echa un ovillo. Tiene el pelo enmarañado y se nota que ha estado llorando. Tiene los ojos extraños, diferentes, pero dejaré esa pregunta para otro momento. Me acerco prudente, ofreciéndole mi mano. Ella la coge con miedo y cuidado.

-Agárrate a mí, te ayudaré a bajar.

Se tambalea y cae en mis brazos. Me pongo rígido y antes de que pueda ver sus ojos, esconde su cara en mi pecho. Noto que está llorando, y ahora mismo se ve tan frágil, tan vulnerable y tan perfecta. Con toda la valentía Gryffindor la abrazo y ella, por primera vez, me corresponde el abrazo. Nos quedamos así, quietos, sin preguntas.

-Lo siento... - Dice limpiándose la cara con la manga de la túnica. Sin darse cuenta me enfronta con sus ojos. Un gris intenso casi azulado me afronta.

-Tus ojos - Aparta la mirada hacia el suelo

-Si, cuando estoy cansada se ponen de este color, sé que debo lucir horrible

-¿Horrible? -pregunto asombrado - Son hermosos

Entonces me doy cuenta de que he dicho eso en voz alta. ¡Mierda!

-Me refiero que son bonitos se ven así gris con un toque azul, son raros... Lo raro es hermoso, a veces.

Perfecto, ahora va a pensar que soy imbécil, bueno aunque un poco lo soy. ¿Cómo es que te cambian los ojos? Ella me mira escaneándome, parece que no entiende de lo que hablo.

-¿No me vas a preguntar?

-¿Quieres que te pregunte? - Digo acercándome a ella. ¡Dios la besaría ahora mismo! Y entonces me doy cuenta, Shiv tiene razón. Estoy obsesionado con Lía, con toda ella, con su cara, su pelo, su fragancia, su mirada fría, su mirada tierna, su mirada altiva... Estoy jodido, no puede gustarme una Malfoy.

-Ha sido un día duro, y decepcionante, no me apetece hablar.

-No te mentiré, tengo muchas dudas... Sobre el armario, sobre los ojos... Pero supongo que en otra ocasión. Ahora no es el momento.

- Gracias - Dice regalándome una sonrisa - Por todo.

-¿Cómo has sabido que estaba aquí?

-Cuando me cuentes tus secretos, te contaré los míos- Me acerco a su oído, apartando un mechón de pelo - Buenas noches, pequeña Malfoy.

¡Estupido Potter!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora