Luego de tres días por fin tu familia debía regresar a su ciudad.
Estabas ayudándolos a empacar, sobretodo a tu hermano Demián, quien muy a duras penas se decidió por empacar.
-Podrías ayudarme sabes.- le dijiste al verlo jugar sobre la cama.
-Podría...- te miró.- Pero no.- dijo antes de volver a mirar su móvil.
-Bueno, espero entonces que no te moleste que toque tu ropa interior.- dijiste antes de hacer un ademán de agarrarlo.
-No, espera... Espera, yo lo hago, gracias por empacar el resto.- respondió quitándote todo y tomando lugar frente a la maleta.
-Eso pensé.- fuiste a la puerta de la habitación y antes de salir lo miraste.- ¿Tan sucios están?.- preguntaste a lo que tu hermano se avergonzó.
-¡Cállate! No es así.- dijo guardando todo de mala gana mientras tu salías hacia la sala.
En ella estaba tu otro hermano, Joseph, sentado y leyendo uno de los libros de tu universidad, pero al verte te sonrío y lo dejo de lado.
-¿Qué haces?.- preguntaste sentándote a su lado.
-Viendo como te equivocas en todos tus problemas matemáticos.- se burló.
-Nunca fui muy buena con esa materia.- respondiste.
-Lo sé...- este te miró.- _______ aunque te vi por estos días mañana ya lo no haré.- dijo y ahora tú también lo miraste.- Te extrañó en casa.
Tú sonreiste triste antes de abalanzarte a abrazarlo.
-Yo también te extraño... A todos en realidad, a la abuela ahora más que nunca, pero no es por mucho tiempo, regresaré.- dijiste antes de separarte de él.- Pero al menos prometes que serás bueno en casa.
Este asintió antes de volverla a abrazar, todo aquel cuadro emocional fui interrumpido por tus padres y hermano que ya venían hacia ustedes, sonrieron antes de verlos separarse y ahora tocaba el turno de ellos.
Se despidieron y tú solo los acompañaste hasta la puerta en el primer piso, ya que estos no querían que fueras más lejos.
Los viste por última vez a lo lejos antes de que se perdieran en una esquina, sonriendo triste entraste de nuevo en el edificio.
-Terminare mi carrera y volveremos estar juntos, lo prometo...- dijiste al aire y fuiste a tu departamento.
Todo aquello sin darte cuenta de que había un espectador que no podías ver tú.
-____, tú no irás a ningún sitio.- dijo para si mismo, siguiendote.
Ambos se adentraron en sus respectivos ddepartamentos, Jason yendo directamente a una de sus puertas atravesando a su dimensión, ya habían acabado el nuevo cuarto de Mónica en solo tres días, por lo que fue a inspeccionarlo quedando conforme con el resultado.
-Me gusta y creo que a mi princesa también lo hará, buen trabajo mis marionetas.- sonrío a todos y estos reverenciaron a este.
Salio del lugar para esta vez ir a donde Mónica nuevamente al mundo humano, ella vivía al otro lado de la ciudad en la que ahora te estabas quedando.
Al entrar en la pieza de la pelirroja lo primero que vio es a ella jungando junto a dos de las muñecas que la cuidaban.
Una de ellas señaló a Jason por lo que la niña volteó emocionada y corrió en su dirección.
-¡Volviste!.- dijo mientras la cargaban en uno de sus brazos.
-Sí princesa y esta vez irás conmigo.- la miro a los ojos y esta sonrio.- ¿Quieres ir conmigo?
La niña asintió frenéticamente estando feliz. Luego de algunos minutos y con la ayuda de las chicas comenzaron a empacar toda las cosas que la niña pedía llevar entre ellos todos sus juguetes en especial los que le había dado Jason.
-Mónica, espera...- esta lo miró.- Si te vas conmigo ya no podrás regresar con tus padres.
-Mis padres no me quieren Jason, pero tú sí, verdad.- el pelirrojo asintió.- Entonces quiero ir contigo, quiero vivir contigo.
-Eso quería escuchar.- la cargo de nuevo en brazos y espero a ver a que todo estuviera listo y justo cuando la última chica cruzó este la miró.- No tengas miedo, ¿de acuerdo?.- la niña asintió.
Ambos cruzaron la puerta y los ojos de Mónica se expandieron con sorpresa, frente a ella estaban las cinco chicas que la habían cuidado, las reconocía perfectamente, solo que tenían apariencia de muñeca.
La bajo y esta se escondió detrás de Jason, él sonrió con ternura y le tomó de la mano.
-Te dije que no te asustaras, ellas no te harán daño, vamos te enseñaré tu habitación.
Fueron a esta y al llegar poco le importó a Mónica las tres marionetas ahí, estaba tan maravillada de la habitación que no los había notado.
-¿Te gusta?.- pregunto al ver la niña tan embelesado.
-¡Me encanta, gracias Jason!.- hablo feliz y luego comenzó a recorrer toda la habitación notando cada detalle en ella.
Pasado el tiempo Mónica se acostumbró a la apariencia de las "amigas" de Jason por lo que ya les hablaba como normalmente.
La llevo a todas las habitaciones de la mansión mostrándoles en cuales podía o no entrar, por último le mostro su colección de muñecas.
-¿Ellas también se pueden mover como tus amigas?.- pregunto cuando vio a una de las muñecas que aparentaba tener su edad.
-Sí, pero solo si yo se lo pido.- hablo y luego bajo a una la cual era una niña de cabello negro ondulado y de vestido blanco.
Al despertar y ver a Jason lo primero que hizo fue reverenciar frente a él, a Mónica le llamó la atención aquello por lo que la imitó causando que Jason sonriera.
Ambas niñas se miraron y sonrieron.
-¿Puedo jugar con ella?.- pregunto a lo que Jason asintió.
Bajo a la altura del oído de la muñeca y con voz profunda hablo.
-No quiero que la hagas llorar.- amenazó y se reincorporó con una sonrisa.- Se amable Emily y ve a jugar con Mónica.
-Sí amo.- le sonrió a la pelirroja y le tomó la mano yendo a la habitación de la niña.
Aprovechando la distracción de esta fue donde estaban sus muñecas y marionetas que sí estaban despiertos y les ordenó cuidar de ella.
Por último fue con Mónica sólo para despedirse, a la niña no le entristeció esta vez como antes, ya que ahora estaba acompañada y no como en la casa de sus padres.
Jason por fin se fue, está vez para cobran un asunto con los padres de Mónica.
_____________
En compensación a los dos días que no subí nada. ;-;Nos leemos pronto.
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Un Amor De Juguete [Jason The Toymaker y tu]
FanfictionLa vida como adulta finalmente te había alcanzado, ahora no solo el estudio era lo más duro en tu vida sino también el trabajo para tu sustento diario y el estar lejos de tu familia. Ya nada podía ser peor o por lo menos eso creías. †Jason Meyer- Th...