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Jeff comenzó a reír escandalosamente.

-No, no lo menciones de nuevo por que si lo haces acabare contigo.- dijo dando un paso al frente encarandolo.

El pelirrojo rió divertido, pero puso su cara sería nuevamente.

-Vete de aqui Jeff, no sé a otro de los pisos, pero aquí es mío.- advirtió.

-¿Por qué? ¿A caso alguna de tus víctimas vive aquí?.- preguntó divertido.

-Amiga.- corrigió mirándolo mal.

-Interesante.- murmuró para si mismo, pero Jason le oyó.

-Vete antes de que llame a tu dueño, perro.- sentenció.- Recuerda que tengo un trato con Slenderman de dejarme en paz y si lo rompes, te juro que te matare al igual que a los demás o si no te matara Slender.- dijo poniendo sus ojos verde brillantes.

Jeff levantó sus manos en señal de paz y comenzó a bajar lentamente, ya le había visto matar a otros como él y no dudaba de la fuerza y poder que tenía el pelirrojo.

Salió del edificio a regaña dientes, lo que menos quería era problemas con el rojo o el sin rostro, aunque aquello no se quedaría así, caminó por las calles sigilosamente en busca de alguna víctima.

Jason por su parte regresó adentro de tu habitación solo para asegurarse de que estabas bien, a tu lado la muñeca te veía dormir y luego miró a su amo.

-Ella es muy bonita amo.- dijo la pelinegra.

-Lo sé, por eso mismo y su forma de ser la quiero hacer mi amiga.- respondió sin dejar de verte.

-Amo, ¿quiere que la siga cuidando?.- preguntó, pero lo vio negar.

-Regresa a la mansión y descansa, luego podras volver a cuidarla.- dijo.

La pequeña sonrió encantada e hizo caso, fue directo a una pared y esperó a que Jason le abriera.

-Bien hecho linda, pronto tendras tu propia llave, solo si haces bien tus trabajos.- dijo tomando su mano y ayudándola a pasar.

-Como diga amo.- dijo ya desde el otro lado.

La vio irse directo a sus estatante y subir con ayuda de un banquillo. Jason la miró sonrisa arrogante, sin duda una de sus mejores creaciones.

Regresó su vista a ti luego de que la puerta se cerró y la pared regresó a su estado natural.

Toda tú eras perfecta para un nuevo proyecto, ya estaba ansioso por verte en uno de sus estantes, pero primero probaría tu amistad.

Después de todo ya no había quien se interpusiera.

Te moviste un poco y corriste tu sabana, este negó con una sonrisa y luego te arropó.

-Nos vemos mañana.- te dijo aun dormida saliendo de tu cuarto y posteriormente del departamento.

Cuando llegó al suyo no hizo nada más que estar al pendiente si esa miseria se atrevía a volver.

Pensó en ti y en Monica, tú tenías menos probabilidades de seguir viviendo a excepción de la pequeña pelirroja, pues su inocencia le impedía ver la clase de persona que es él por unos años más, pero todo lo dejaría a la suerte.

Al despertar hiciste lo habitual y saliste solo que esta vez no te sorprendió ver al chico de ojos ámbar esperar por ti.

-Buenos días Jason.- le sonreíste amable.

-Buenos días.- dijo devuelta.- ¿Estas mejor?.- preguntó apuntando tu labio.

Tardaste unos segundos en comprender y luego pusiste dos dedos sobre tu labio roto. Esta mejor, pero cicatrizaba lento.

-Oh sí, estoy mejor.- aseguraste.

-Que bueno.- dijo.

Ambos se fueron después de que el chico tomará tu mochila y de su insistencia por hacerlo.

Al llegar a la escuela todos dentro del salón los miraron o bueno, las chicas miraron a Jason encantadas y en cuanto a hombres te miraron solo para ver tu estado de ánimo a la distancia.

Ambos tomaron asiento y Jason te regreso tu mochila.

-Grac...- no terminaste dado que una chica se puso entre ustedes.

-Hola Jason, me preguntaba si quisieras pasar el descanso conmigo.- dijo tímida.

Jason la miró mal por unos segundos, pero luego relajo su mirada.

-Es de mala educación interferir en una conversación.- dijo y notó la cara confundida de la chica.- Estaba hablando con ella.- dicho eso te apuntó.

La chica se quitó de enfrente de ti, tú la miraste avergonzada.

-Disculpame.- pidió nerviosa.

-No, tranquila no paso nada.- dijiste para luego mirar abajo.

Habías comenzado a odiar estar dentro de un problema.

-Tal vez otro día.- dijo al mismo tiempo que ella lo miraba de nuevo.- Hoy ya tengo planes.

-Esta bien y otra vez disculpen.- dijo para luego marcharse a su asiento completamente avergonzada por no haber sido más cuidadosa, ahora no creía poder volver acercarse al chico.

-No debiste ser tan serio con ella.- lo soltaste, sentias lastima y preocupación por ella.

-Cuando dos personas hablan no debe interrumpir una tercera a menos de que sea invitada o las otras ya hayan terminado, son cosas básicas que enseñan desde casa.– respondió sin importancia.

Después de todo tenía razón, aunque para ti todo aquello sonaba muy anticuado.

-Sí, supongo que sí.- afirmaste lo dicho sin agregar nada más.

La hora de entrada terminó y no viste a Alicia llegar en ningún momento, te sentiste extraña, ella no solía faltar no era parte de ella.

Sin embargo estabas aliviada de no tener que verla por hoy, aún te dolía el labio y no querias pensar en lo que podía hacerte ella si nuevamente estaban las dos solas.

Viste al maestro entrar por lo que te acomodaste para empezar la clase al igual que todos los demás.

Por otro lado Jason estaba sonriente, había notado tu alivio y era muy predecible, estaba satisfecho de haberse desecho de ese estorbo en sus planes.

Un Amor De Juguete [Jason The Toymaker y tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora