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Luego de unas horas de sueño algo no andaba bien desde que te habías dormido luego del susto que te dio el apagón.

Te removías violentamente en tu cama, tu cuerpo estaba cubierto por una ligera capa de sudor frío.

Estabas teniendo una pesadilla.

Luego de más movimientos bruscos por fin lograste separar tus ojos, pero al mirar arriba una silueta masculina y de brillantes ojos verdes te veía.

Gritaste demasiado fuerte y fue ahí que habías abierto nuevamente tus ojos

Fue la pesadilla más vivida que habías tenido en tu vida.

Miraste tu reloj y solamente eran las tres de la madrugada, pero no podías consiliar el sueño nuevamente, así que fuiste a tu sala y prendiste la luz y tu televisor para luego poner una película de Disney simplemente para calmar tu miedo.

Pero aún así te sentías intranquila, sentías que te miraban por todas direcciones apesar de estar sola en casa.

Suspiraste con tristeza, ya eras una mujer adulta y desde hace mucho tiempo habías dejado de correr al cuarto de tus padres cuando tenías miedo.

Te sentiste culpable de no haber apreciado esos momentos cuando pudiste, pero ya no había nada que hacer.

Ya había pasado cuatro meses desde que habías llegado a la universidad.

Realmente ahora te sentías relajada, gracias a James habias podido encontrar un empleo, la paga no era tan buena, pero ya era algo y por el momento estaba bien.

La escuela estaba yendo bien en lo que respectaba a tus estudios, además de que ahora Alicia formaba parte de tu pequeño grupo de amigos que solo constaba de James, Alicia y tú.

Sabías que Alicia a veces parecía molesta, pero solías creer que solo era porque así solía ponerse cuando estaba aburrida puesto que tan solo el que le hablaras bastante para ver su amable rostro.

Por otra parte aunque James solía tener una actitud amable había ciertas veces que lo notabas cortante e incomodo junto a Alicia.

Al contrario de Alicia que parecia querer cada vez más reforzar su amistad con él.

No entendias porque hacía eso, si estaba más que claro que James no ponía de su parte y solo buscaba alejarse, aunque otras veces solía estar relajado y solían compartir varios momentos increíbles los tres.

Por otra parte, desde aquella noche del apagón nunca más tuviste noches tranquilas, siempre aunque James durmiera contigo, sin importar nada tenías pesadillas, no recordabas nada de estas más que unos brillantes ojos verdes.

Te quedaste pensado en eso por un tiempo hasta que sentiste la mano de tu amigo pasar por sobre tus ojos.

-Tierra llamado a ______, ¿me copian?.- dijo burlón.

Regresaste a tu sentidos al mismo tiempo que te reías de las tonterías del pelinegro, luego viste a Alicia reaparecer y a James ponerse serio, la peliazúl llegó con tres vasos con frappes de chocolate.

Esa tarde la habían planeado y específicamente "habían", porque solo tú y Alicia habían decidido ir una de las ferias que solía realizar el condado, por otro lado James no había querido ir sabiendo que debía pasar tiempo con la peliazúl y no solamente contigo.

Luego de una horas en ese lugar la noche ya amenazaba con caer aunque aun faltaba mucho.

-Alicia.- ambas oyeron el nombre de tu amiga por lo cual miraron a James al mismo tiempo.

Alicia sonreía en grande de solo oir su nombre venir de la boca del azabache.

-Mande.- respondió con voz melosa.

-Ya es tarde, creo que deberi...

-Claro James, puedes acompañarme a casa.- sonrió en grande.

James la miro sorprendido mientras que tú solo te hiciste la sorda al sentir la incomodidad salir del cuerpo de tu amigo.

-No, Alicia no entiendes.- dijo negando.- Lo que trato de decir es que ya deberías ir yendo a casa.- dijo serio.- Yo acompañare a _____ a su casa.

Tú lo miraste rápidamente y sentiste tu corazón latir locamente, ese tipo de acciones de tu amigo realmente eran sorpresivas y hacían a tu corazón alterarse.

Miraste a la peliazúl y esta te miro mal por un corto momento porque luego sonrió.

-Claro, supongo que tienes razón.- dijo con voz dulce para luego verte.- Adiós _____.- la oiste llamarte por el bonito apodo que te había puesto James y luego lo miro a él.- Hasta luego James.- camino hasta él y trato de besarle la mejilla pero en su lugar tu amigo levanto su mano y chocaron sus cinco.

Luego de asegurar que estaban solos lo sentiste tomar tu muñeca para luego introducirse en la feria una segunda vez y luego soltarte.

Tú lo miraste confundida, creías que estaban por ir a casa.

-Solo no soportaba su presencia.- dijo como si tratara de adivinar las preguntas que tenías en la mente.

-¿Sabes James? Me he preguntado por que siempre tratas así a Alicia, pero nunca logro entender.- le dijiste mirandolo al mismo tiempo que esquivabas a las personas.

-Simplemente hay algo en ella que no me gusta, es como si sintiera que esta siendo hipocrita con nosotros y eso no me gusta si estas metida en eso.- respondió.

Tú solo asentiste, tenía razón después de todo no era él único que había notado actitudes raras en ella.

Llegaron hasta la montaña rusa, la cual no había podido entrar por el miedo de Alicia al subir.

Ambos se sentaron, mientras esperaban a que se llenaran los asientos.

-Vamos a ver que tanto aguantas esta cosa.- desafío el pelinegro.

Tú estabas segura de que aquello no era nada para ti, en tu anterior ciudad solías ir con tus hermanos a las ferias, habías subido miles de veces a este juego que no era nada comparado a tu primera vez en uno.

Luego de unos minutos los carritos ya estaban llenos y viste a tu amigo empezar a ponerse nervioso.

-Veamos de que estamos hechos.- hablaste burlona.

El carrito comenzó a avanzar lentamente y notaste las manos contrarias aferrarse a la barra de seguridad, por tu parte decidiste disfrutar el momento y te relajaste al mismo tiempo que sentias el carrito ir cuesta arriba.

Justo cuando estuvo el primer carrito en la punta lo sintieron mantenerse ahí por unos segundos hasta que de poco lo vieron comenzar a caer.

-¡Me voy a morir!.- oiste a tu lado junto a los gritos de la demás gente.

Un Amor De Juguete [Jason The Toymaker y tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora