Ya habían pasado seis días desde la ultima vez que te habías sentido frustrada, pero para hacer sincera contigo misma tus demás días no habían sido mejores.
Seguías sin encontrar un trabajo, el dinero que tenias guardado se te estaba agotando, quedándote así solo poco más de la mitad, tu padre ya te había llamado con la noticia de que ya había pagado la primera colegiatura de la universidad.
Sin poder aguantar más tu frustración fuiste al parque que habías descubierto la semana pasada y el cual se había convertido en tu lugar tranquilo.
Al llegar viste a un grupo de niños correr junto a ti por lo que sonreiste y al mirar al frente justo en la banca que solías usar viste a una niña dejar algo sobre esta y después verla correr.
Al estar cerca te percataste de que se trataba de una pequeña caja azul muy maltratada y despintada, la tomaste entre tus manos y la observaste a detalle, después buscaste a la niña que al igual que la caja llevaba un vestido azul, pero ya no había rastro de ella.
Tu curiosidad estaba perdiendo la batalla de no abrirla, pero finalmente perdiste, la sostuviste a la altura de tu cara y jalaste de la parte superior.
Pero por contrario de lo que pensaste esta no se abrió, al verla de más cerca te diste cuenta que solo se podía abrir si introducías una llave la cual por el tamaño de la caja figuraba ser muy pequeña.
Miraste a su costado y notaste que tenía una pieza de metal dorado aparentemente doblado y entonces comprendiste. Se trataba de una caja musical, intentaste por todos los medios abrirla, pero esta no cedía.
Te rendiste y la dejaste a un lado tuyo y miraste a tu alrededor, realmente aquella niña no iba a volver, definitivamente había abandonado una caja musical en un parque.
Te levantaste y caminaste unos pasos, pero casi al instante regresaste para tomar la caja, querías buscar por todos los medios hacerla funcionar, miraste el cielo y parpadeaste varias veces con una sonrisa. Tu padre no solo era trabajador sino también inventor y muchas veces le habías visto arreglar este tipo de cosas así que no debía ser muy difícil.
Sonreíste ante la idea de hacerlo funcionar, pero el recuerdo de que mañana entrabas a clase te hizo borrar todo recuerdo bonito que se almacenaba en tu cabeza al pensar en tu papá.
Seguiste tu camino, pero estaba vez compraste antes una hamburguesa, pues no tenias ganas de cocinar.
Al llegar pusiste tu comida en un plato y en un vaso pusiste un poco de jugo, para después llevarlo a tu habitación en donde comenzaste a ordenar la mochila que llevarías a clases mañana.
Al terminar de comer, te duchaste y fuiste directo a tu cama, tenías mucho sueño, pero antes de quedar dormida pensaste en tu situación, algo faltaba además del dinero.
¡Claro!
Un amigo, viéndolo de esta forma, no habías podido hablar con nadie desde que habias llegado, te mentalisaste que mañana podrías hacer una amistad con algunos de tus compañeros, total todos serían de nuevo ingreso.
Finalmente cediste a la pesadez en tu ojos y caíste dormida.
En tus sueños te veias finalmente graduada y pudiendo ir de nuevo a casa, sin embargo antes siquiera poder acercarte a tu familia un sonido te hizo ver que todo se alejaba, tus ojos se abrieron con pesadez y miraste el techo.
La alarma de tu móvil sono con su tono predeterminado, lo tomaste viendo la hora en que elegiste despertar, eran las cinco y media de la mañana.
Fuiste hasta tu cocina para prepararte un almuerzo para la universidad, algo sencillo, no querías tener dolor de estomago en tu primer día.
Y al tener todo listo suspiraste y caminaste hasta tu cuarto de baño, te duchaste, lavaste tu boca, peinaste tu cabello en una coleta, tu no solías usar maquillaje, no lo necesitaba, no te considerabas una mujer hermosa como las modelos en las revistas, pero sabías que no estabas mal como para usar maquillaje, al fin y al cabo también las modelos los usaban, pero para ti era no era necesario el usarlo.
Solo humectaste tus labios con un bálsamo que asemejaba el color de tus labios.
Fuiste a tu armario y sacaste una playera color negra con estampado demasiado holgada para tu cuerpo, unos pantalones mezclilla y por ultimo un conjunto de ropa interior.
Cuando terminaste de vestirte te miraste en el espejo, para ver si nada estaba fuera de su lugar, solo tu playera lo estaba, así que la metiste bien por dentro del pantalon.
Tomaste unos tenis converse negras y te los pusiste, por ultimo tu mochila color morada pastel.
Miraste tu móvil notando que ya eran las seis y media así obtaste por salir de una vez a la parada de autobuses.
Al abrir tu puerta pudiste ver a tu vecino bajar de igual forma, pero solo pudiste distinguir la mitad de su espalda bajar por las escaleras.
No le diste importancia y te aseguraste de cerrar bien tu puerta.
Hoy era un día importante para ti y querías dar una buena impresión, colocaste una sonrisa en tu rostro y te encaminaste a tu destino.
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Un Amor De Juguete [Jason The Toymaker y tu]
Fiksi PenggemarLa vida como adulta finalmente te había alcanzado, ahora no solo el estudio era lo más duro en tu vida sino también el trabajo para tu sustento diario y el estar lejos de tu familia. Ya nada podía ser peor o por lo menos eso creías. †Jason Meyer- Th...