Un Amor De Juguete [Jason The Toymaker y tu]

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Dejaste de mirarlo y miraste al frente viendo el lugar.

-¿Qué te puedo contar a parte de lo que ya sabes?.- preguntó.

-Acerca de tu familia y tu relación con esta.- dijo y suponiendo que era un tema delicado al verte suspirar.

-Soy la mayor de tres hermanos, mis padres... Bueno, ellos ya están grandes y siempre trabajan, mis hermanos se criaron conmigo y mi abuela, la cual siempre nos cuidó apesar de que no debía.- sonrió triste.- Mis padres pusieron sobre mi una gran carga al dejarme en claro que debo ser yo quien debe mantenerse fuerte no importar que.

Jason te miro con la boca y el ceño fruncido.

-Quiero regresar a casa graduada y con un buen empleo, pero... Aún debo escoger bien mi carrera.

-¿Y hay qué hay de lo que quieres?.- preguntó.

-Quiero ser maestra, quiero sin duda serlo, pero no sé si sea un trabajo que me ayude a sostener a mi familia.

-_____, ¿por qué piensas eso?.- te miró al mismo tiempo que tú a él.- Sé que es difícil no preocuparse por esas cosas, pero... Sí tiene solución por qué te preocupas y sí no la tiene por qué te preocupas.

-¿Crees que estoy exagerando?.- preguntaste con el pecho doliendo, pero él nego.

-Eres humana después de todo, pero creo que también deberías pensar más en ti, haz lo que quieras siempre y cuando te guste.- dijo y volvió a comer, pero esta vez de una galleta.

Jason por alguna razón después de dar toda esa motivación se sintió hipócrita, puesto que no se sabía si saldrias con vida mientras él te anhelara en su vitrina vistiendo un hermoso vestido antiguo. Tosió un poco y bebió de su  jugo y luego te miro al oír que le hablabas.

-Creo que tienes razón, aunque creo que me va llevar tiempo asimilarlo, pero gracias por oírme.- sonreíste.

Este no contesto y en su lugar miró a otro lado.

-_____ cuando te conocí, al día siguiente te vi discutiendo por un chico con esta chica... Alicia, la que está desaparecida.- dijo tratando de soñar normal.- ¿Acaso él te gustaba o algo así?.- era una pregunta muy tonta considerando que él ya lo sabía, pero quería escucharlo de ti.

Ok, aquello te había tomado por sorpresa, pero tal vez sería buena oportunidad para dejar ir a James.

–La verdad, es que ahora ya no se sí me gustaba o si confundí todo, lo creí así por unos días, pero ya todo cambió.– suspiraste al preguntarte mentalmente sí él estará bien ahora o sí ya habría despertado.– Fue mi primer amigo en mucho tiempo, siempre creí que era más importante mantener mis notas en la escuela y me olvidé de este tipo de cosas.– reiste avergonzada.– Patético, como sea, creo que fue solo eso, confundí las cosas.

Jason asintió sin mirarte, no muy convencido, pues parecía que intentabas autoconvencerte, pero al final decidió creerte, después de todo ahora ese chico estaba muy lejos de ambos.

–Ahora cuéntame de ti.– la escucho decir, este nego con diversión al momento de mirarla.– Ay, vamos, lo que sea... ¿Desde cuándo haces juguetes?.– preguntó.

Uh, muy larga historia, pero por ti podría adaptarla.

–Desde que era un niño y vivía en Francia.– comenzó a contar viendo cómo te acercabas a él para oírlo mejor, él rió un poco y continuó.– Me gustaban los juguetes, pero mis padres no me dejaban tenerlos, todos los días me tenían estudiando, hasta que un día a escondidas decidí darles formas a unos pedazos de madera esos fueron mis primeros juguetes.– de un momento a otro sintió como recargabas tu cabeza en su hombro y él la suya sobre tu cabeza.