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Al estar en casa de la niña, Jason la encontró dormida sentada frente a su mesa de trabajo, había dibujos de los que parecía ser ella y él tomados de la mano.

La miró más de cerca y notó que en sus mejillas habían lágrimas secas.

Sus manos se apretaron y sus dientes rechinaron, sabía que sus padres no le daban la suficiente atención que necesitaba, era una niña muy bien educada, pero claro claro sus padres eso no lo apreciaban.

La niña de apoco fue abriendo sus ojos y le miro, en sus labios se pinto una pequeña sonrisa y así sin pensarlo se abalanzó sobre él en un abrazo.

-Te extrañé mucho Jason, creí que ya no ibas a venir porque ya no me quieres.- lo miró con ojos tristes.

-Princesa no digas eso, yo...- quiso mentir de alguna forma que le hiciera sentir bien, pero a su mente regresabas tú y supo con quién quería estar por ahora.- He estado ocupado en mi taller.

La niña le miró con lágrimas amenazando con salir de sus bellos ojos bicolor.

El pelirrojo suspiró, tener dos amigas era ocupar mucho tiempo y él no lo tenía ahora que había entrado a una estúpida universidad por ti y aunque no quería eso significaba decirle adiós por un tiempo a Mónica.

-¿Y eso que significa?.- preguntó esta vez ya llorando.

-No podré venir a verte en un tiempo, princesa.- dijo sabiendo lo que le dolía a Mónica escuchar eso.

-No, Jason mis padres no me quieren.- sollozo.- Solo te tengo a ti.- lloró abrazándolo más fuerte.

-Pequeña será por poco tiempo.- dijo, pero no estaba seguro, sin embargo pasaste por su mente y en definitiva sabía con quien quería estar.

-¿Me lo prometes?.- preguntó llorosa con su manita alzada hecha puño con solo su meñique de fuera.

-Lo prometo.- dijo enlazando su meñique con el contrario.

Pero sabía que era mentira, él no cumplía promesas y menos a niñas o chicas que solo quería que estuvieran en sus vitrinas hechas a porcelana; Como tú por ejemplo, él quería probar tu amistad, pero al más mínimo error al estante y eso sería regresar con Mónica.

Unas horas más tarde de haber jugado con la pelirroja, esta se durmió y Jason tuvo que abandonar la casa. Le había prometido que mandaría una de sus amigas para que cuidara de ella en su ausencia, por lo que al llegar a su mansión ya estaba una de sus muñecas adolescentes esperando por ordenes.

Esta era una muñeca alta, de pelo rubio y ojos almendrados, piel muy blanca, pero su semblante aun se veía cálido como antes de ser muñeca.

-Ya sabes que hacer.- le dijo mirándola intimidantemente.- No quiero que llore ni una sola vez y sí ves que esta mal miente cosas buenas de mí.

La muñeca asintió y luego de ello Jason procedió a convertirla a la forma humana que tenía antes de ser parte de la colección de Jason.

-Cuidala bien o te irá mal.- dijo viendo ir a la ahora chica cruzar la puerta azul a la dimensión de los humanos.

Regreso al mundo de los humanos y en su departamento sintió una presencia que reconocería donde sea.

-¿Qué haces revisando mis cosas?.- pregunto molesto.

Segundos después vio una figura alta y esbelta salir de una de las habitaciones.

-Vaya, por fin llegas juguetero.- dijo burlón.- ¿Por qué esa habitación parece la de una niña?.- preguntó mirando al pelirrojo.

-¿Por qué más sería, payaso?.- regresó el mal chiste.

-No me llames así, sabes que lo odio.- dijo serio.

-Y yo odio que me llames juguetero.- dijo igualmente serio.

-Ya, vale Jason.- dijo rodando los ojos.

-Bien Jack.- dijo mirándolo mal.

Después de eso ambos rieron, Laughing Jack era otro creppypasta, que a diferencia de los demás, Jason solo toleraba a él y a Candy Pop puesto que eran los únicos que consideraba sus amigos.

-Bueno, ya enserio, ¿tienes a alguna amiga aquí cerca o por qué tanto juguete en esa habitación?.- preguntó Jack.

-En realidad en el departamento de a lado vive una chica.- dijo sin mucha importancia.

-Oh, tu vecina es tu víctima.- dijo sorprendido.

-Amiga.- corrigió, le molestaba que no entendieran eso.

-Lo que digas.- dijo sin emoción.- ¿Y cómo es ella? ¿Es pequeña o es grande? ¿Es linda o hermosa? ¿Es...- Jason lo interrumpió.

-Tranquilo, ¿sí?.- lo miro mal.- Es una adolescente, ok, y sí, para mí es linda.- dijo respondiendo las dudas del alto gótico.- Y ahora que lo pienso... ¿Cómo supiste en donde estaba?.- preguntó al contrario.

-Fui a verte a tu mansión, pero tus muñecas me dijeron que no estabas, así que no quise esperarte con todas ellas ahí por eso pedí que me trajeran aquí.- explicó lo más normal posible.

Jason no le dio mucha importancia, sabía que a Jack no le gustaba estar rodeado de sus muñecas.

-De acuerdo.- dijo pansandolo de largo y yendo a la habitación donde estaban los juguetes.- Todos estos son para ella, intento ganarme su confianza.

-Espera... ¿Aún no confía en ti?.- preguntó sorprendido Laughing Jack.

-No creo que sea totalmente, tuve que hacer muchas cosas al principio para quitar estorbos en mi camino.- explicó.

-¿Cómo cuáles?.- Jack estaba curioso y lo miraba atento.

-Uno de sus amigos, al principio no me pareció tanta competencia, pero se estaban volviendo muy cercanos, así que cause un accidente que lo dejo en coma.- explicó mirando uno de los peluches de felpa que estaba cerca.- Y de ese estupido estaba enamorada una chica que fingió ser su amiga solo para estar con él y comenzó a agredir a mi amiga, por eso me deshice de ella.-

-Wow.- rió divertido el payaso.- La chica deber ser buena para incluso tomarte esa molestia.

-Lo es, solo que quedo con algunos traumas del accidente lo cual me están causando problemas y tengo la idea de lo que siente recientemente, creo que descubrió que ese estupido le gustaba.- dijo con mirando esta vez una esfera de cristal.

Un Amor De Juguete [Jason The Toymaker y tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora