Capítulo 37

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Narra Jade

-Lamento muchísimo lo que te dije cuando me llamaste- soltó en tono triste y yo lo miré- Sé que no me usas, solo... estaba tan celoso y enojado. Pero, no es justificativo, no te lo merecías- agregó- Y también lamento lo de ayer... y lo de hoy.

-¿Te sientes mal por mi?- le pregunté irónica- ¿Es encerio? Después de todo lo que hice sigues aquí, sigues escuchándome. La única persona que tiene derecho a enojarse eres tú.

-No te culpes por enamorarte- era la última cosa que creí que saldría de su boca- Jade, te amo, y me siento mal por tratarte así. Estás confundida, si me eliges a mi estaré ahí, y si lo eliges a él, lo aceptaré, no estaré feliz, y aunque Jace te diga lo contrario, no es así. Solo aprenderá a vivir con eso, como lo haré yo- me explicó- Lo prometo.

Me quedé callada, realmente me dejó sin palabras. Esta era la razón por la que me había enamorado de él. Me acerqué y empecé a besarlo, él me devolvió el beso mientras me abrazaba. Dios, se sentía increíble volver a tenerlo así. Pero, pocos segundos después me separé y solté un gruñido de ira.

-¿Qué pasa?- me preguntó.

-No puedo seguir así- le contesté al borde del llanto- Estoy jugando ping pong con los dos. No lo tolero. No quiero besar más a ninguno de los dos hasta que sepa a quien quiero besar de verdad.

Lo dije más para mí que para él.

Howard me dió un beso en la mejilla y se fue caminando, ya que él no vivía lejos.

Yo me quedé ahí parada unos segundos y camine hasta mi casa, si, mi casa, no mi departamento, necesitaba ayuda.

Narra Jace

Me quedé esperando en la esquina donde me había encontrado a Howard cuando llegué, necesitaba hablarle en serio esta vez.

Los ví besarse, pero Jade luego se veía enojada, aunque sé que ella empezó el beso, seguro está harta. Eso me dió aún más razón para hablarle.

Cuando Howard llegó a la esquina y me vio empezó a reírse, no entendía porque.

-¿Me estás esperando para que te acompañe al hotel y para darte la mano cuando crucemos?

Me reí sarcástico y suspiré ¿Por qué se toma todo con humor? ¿Cómo lo hace?

-Te estoy esperando porque quiero hablarte de algo serio- le aclaré- ¿Puedes hacer eso o mucho pedir?

Él rebolió los ojos.

-¿Qué quieres?

-Tenemos que alejarnos de Jade.

Él levantó ambas cejas y empezó a caminar rodando sobre mi eje mientras me hablaba.

-Wow, eres muy inteligente- dijo sarcástico- ¿Me pregunto porque no se me ocurrió esa idea?

Detuve la estupidez que estaba haciendo y volvimos a estar enfrentados.

-No me refiero a mi, me refiero a los dos- le contesté.

-Te escuché.

-Eso no era lo que se te había ocurrido- le dije- Tú idea era que yo solo me alejara.

Él me miró un segundo y después habló.

-¿Que ganas con que ambos nos alejemos?- me preguntó.

Sabía que no lo entendería, sabía que no había siquiera pensado.

-No se trata de lo que gano yo o lo que ganes tú- le respondí harto- Se trata de ella, Howard. Odia cuando peleamos, está estresada por nosotros, hay que darle espacio y no presionarla.

-Ok, ya entendí...

-No, no lo entendiste- lo interrumpí- Esto significa no ahogarla, no decirle cosas que la hagan confundir, no provocarla, no verla. Y lo más importante: si en algún momento llegamos a estar en un lugar nosotros dos con Jade, vamos a tener que controlar esta rivalidad, porque eso es lo que más le duele- le expliqué- No te estoy pidiendo que seamos amigos, solo... ódiame en silencio.

Se quedó un rato pensando y su expresión ya no era de gracioso.

-No te odio- soltó y yo lo miré confundido- Odio que hayas venido- agregó- Y también odio tener esta rivalidad contigo, porque me caes bien y se me hace muy complicado querer golpearte- siguió con un tono más juguetón.

-¿Hablas en serio?- le pregunté confundido.

-Si- me respondió- No soy el malo del cuento, quiero lo mismo que quieres tu.

-Cierto- le contesté- Tampoco te odio. Excepto cuando empiezas a agrandarte y cuando eres sarcástico.

Ambos reímos y me sorprendí que eso hubiera pasado, él creo que también.

-Confío en que cumplirás con esto porque amas a Jade- le dije más serio.

-No te conviene, rubio- me contestó con ese tono que odiaba- Pero está bien. También confío en que lo harás.

-Odio cuando me dices "rubio"- le aclaré.

-¿Por qué?- me preguntó y se rió- ¿Te hace pensar en Jade y te excita?

Ya me estaba hasta poniendo nervioso. A veces envidio con la calma que se toma las cosas.

-Adiós, Howard- le dije y me fui caminando.

-Adiós, rubio- lo escuché de lejos- Cuidado cuando cruces.

Te amo a ti ❤️ (Jace Norman y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora