𝐌꒰ 3

642 119 77
                                    

≫──────°❅•❀•❅°──────≪


,🌺🌺🌺,

Soobin, trataba la manera de no corresponder a las peleas de su esposa, no le gustaba hacerlo frente a sus hijos pequeños pero en ésta ocasión ella tenía toda la razón. Lo que ella le reclamaba era totalmente cuerdo.

El le había dado permiso a Yeonjun para que fuera solo por unas horas, el no veía mal que saliera unas horas, además el muchacho se lo merecía pero Yeonjun, se aprovechaba. Eran las nueve de la noche casi, cuando el le había dicho que tenía que regresar antes de las cuatro de la tarde.

— Tú me reclamas de que soy muy dura con él, ¡Pero no lo soy! — Grito caminando de un lado al otro en la sala. — Tú debes de hacer lo mismo y lo deberías ser aún más que yo, ¡Tú ni siquiera eres su papá!

Soobin no iba a responder por lo tanto se limitó a asentir a todo lo que su esposa decía.

– No me voy a estar matando por un parásito. Tengo a mis hijos pequeños para estar desperdiciando mi tiempo en Yeonjun. — Fueron sus últimas palabras antes de subir a la habitación dejando a su marido en la sala. — Y tú también sube. Si Yeonjun se queda en la calle entonces que le sirva de lección, aquí no es ningún hotel y tampoco es su casa.

– Subiré en unos minutos. — Sunhee tenía la razón, Yeonjun, ni siquiera era su hijo, el no tenía que lidiar con eso, más adelante le tocaría pasar lo mismo con sus dos hijos.

Un ruido proveniente de la cocina lo hizo asustarse poniéndose de pie dirigiéndose al lugar encontrándose con su hijastro.

– ¿No sé suponía que estabas afuera?

Habló con dureza cruzándose de brazos.

– ¿No sé supone que debes de estar durmiendo junto a tu familia perfecta? — preguntó ignorando la pregunta anterior tomando una manzana de el mesón. — ¿Por qué sigues aquí?

– ¿Por qué te comportas así?... Te quejas de la forma en la que tú mamá te trat, pero tú haces que ese trato sea merecido. — Estaba más que molesto.

– Mmm... — Cerró sus ojos masticando la fruta haciendo un sonido de satisfacción. — ¿No quieres? — Preguntó burlón.

– Me estás cansando, Yeonjun.

– ¿Cansando de que, Soobin?... Si no quise decir en dónde estaba y vine a ésta hora fue porque... — Se detuvo bajando la mirada al suelo negando a los pocos segundos. — Lo olvidé, a ti no te interesa nada de lo que tenga que ver con el recogido. — Sonrío encogiéndose de hombros caminando hacia la salida deteniéndose al lado de el mayor. — Endulzate la noche, la fruta está muuuy rica. — Tomó su mano dejando la fruta mordida en la palma contraria. — Y no te preocupes, no le pegué los parásitos.

Soobin tiró la manzana con fuerza contra el suelo al ver la actitud sarcástica de su hijastro. No era su hijo, el no tenía que soportar ese comportamiento.





(...)





No sabía que es lo que sentía exactamente, solo sabía que se quería ir, se quería ir lejos pero no tenía a dónde irse. El realmente estaba solo, no tenía a nadie.

– Deja de ser un idiota, ¡Deja de llorar, Yeonjun! — Gritó su amigo desde el otro lado de la línea. — ¿Por qué te sientes mal por eso sí ya sabes cómo son ambos?

– ¿Tú cómo te sentirías al saber que eres rechazado por la única persona que se supone que te ama? — Su voz tembló debido al llanto. — Yo soy un parásito, Beomgyu... Es solo que no puedo o no sé yo... Te juro que la detesto y me duele a la vez.

– ¿Y que hay de Soobin? — susurró al escuchar ruidos afuera de su habitación. — ¿No dijiste que él también te trata mal?

– No lo culpo, ha estado manteniendo por once años a un chico desconocido, creo que hasta le debo. — rió amargamente. — Pero Soobin dice quererme...

– Tú madre también lo hace, es solo que están así porque tienen hijos pequeños. — Intentó calmar a su amigo. — Vamos Yeonjun... Déjalos así, no eres una carga. Intenta hablar mañana con ellos y diles cómo te sientes, ya verás que ellos mismos te lo dirán.

Beomgyu sonaba muy seguro cuando le dijo aquello pero al parecer lo que su mejor le había dicho no iba a pasar ni en esos momentos, ni nunca.

¿Por qué había deseado que llegara la mañana?

– ¡¿Cuándo vas a entender que aquí tú estás por lastima?!... Si no fuera porque Soobin tiene buen corazón, ¡Tu no estarías aquí! — Los gritos de su madre lo mantenían con la mirada baja. — ¡¿En qué estabas pensando cuando creíste que podías venir a la hora que quisieras?!

Soobin había estado de acuerdo con su esposa cuando decidieron hablar con el adolecente, pero no sé esperaba ese reclamo por parte de Sunhee. En el fondo el sentía pesar por el chico que se encontraba observando sus manos.

– ¡Nos tines hartos, Yeonjun! Es la última oportunidad que se te da. Ya no eres un niño. — Habló más tranquila al sentir la mano de su esposo en su hombro. — No te voy a tolerar más, no te vamos a tolerar más. ¿Entiendes?

Yeonjun asintió sin levantar su mirada aún.

– ¿Que estás esperando para pedirle perdón a Soobin?

– Soobin, lo lamento... — Sus palabras se vieron interrumpidas por su progenitora.

– ¡Tú papá! Respetalo y tratalo como lo que es... El es tú papá. — Se cruzó de brazos. — Házlo.

Tanto Soobin como Yeonjun estaban sorprendidos ante eso pero aún así, Yeonjun habló.

– Papá, yo lo siento. — Habló.

– Ahora pídele que te deje vivir bajo su techo. — interrumpió. — ¡Hazlo!

Yeonjun, se sentía más molesto que nunca, estaba cansado. Harto de todo. Su madre estaba haciendo que se humillara.

– Sunhee, no creo que... — Soobin intentó interferir siendo callado por su mujer.

– Déjame quedarme... Por favor...

La voz de Yeonjun salió entrecortada, Soobin no entendía como es que el chico aún seguía sin llorar.

– Puedes hacerlo, Yeonjun. — Respondió al ver que su hijastro realmente lo había hecho.

– No vas a ir al cumpleaños de tu amigo, nos iremos el fin de semana donde los abuelos de tus hermanos.

La mujer habló dándose la vuelta pese a la expresión de suplica que su hijo tenía en el rostro.

– Pero mamá. — Intentó pero dió lo mismo.

Los papás de Soobin no lo querían, querían a su madre pero el sabía muy bien que jamás era bien recibido en esa casa. La mirada de Soobin seguia sobre el pero aún así la ignoró subiendo a su habitación. Le había dolido que Soobin no lo defendiera, si tanto lo quería como decía ¿Por qué no hacía algo por él?

O quizás sí... Sin el su madre lo habría golpeado. Ahora no le quedaba de otra más que tener que fingir que eran todos una familia feliz.

¡Voten y comenten porfis!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Voten y comenten porfis!

Solo falta un capítulo más para que empiece el Soojun 🤸🏻‍♀️

Y gracias por los votos anteriores y sus comentarios 💖

You Wanna Piece Of MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora