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Gemidos graves provenían desde adentro de el aula, las respiraciones aceleradas y el chapoteo inconfundible que producía el exceso de saliva daba una clara señal ante lo que estaban haciendo.
– Estoy cerca... — Avisó mientras sus dedos se enredaban entre el cabello de el menor, quien se encontraba de rodillas recibiendolo gustoso en su boca.
Un par de embestidas de el mayor junto a las succiones de el ajeno, bastaron para que aquella actividad oral llegara a su final. Yeonjun, desde la ventanilla de la puerta pudo ver cómo su amigo llevaba un par de dedos a su boca jugando con la semilla que había sido descargado hace tan solo unos pocos segundos. Si bien, en algunas partes decían que era salado, otras personas decían que era dulce pero en la forma que Beomgyu, tragaba aquella sustancia blanquecina, le dejaba varias dudas a su imaginación.
– ¿Le gustó? — preguntó aún estando de rodillas sacando su lengua para recoger lo que había escurrido por su mentón.
¡Era obvio que le había gustado! Desde que habían salido todos los alumnos de el salón, el profesor Kang se veía ansioso. Yeonjun estaba seguro que nunca antes había visto a su profesor estar tan atento al reloj de el salón.
– ¿Ésto fue por el proyecto que no entregaste o por gusto? — su respiración estaba aún acelerada y podía jurar que conseguiría una nueva erección si seguía viendo como su alumno seguía soltando gemidos pequeños cada que saboreaba.
El castaño se puso de pie colocando sus manos en el pecho de su profesor antes de dejar un beso pequeño en sus labios. — Solo lo extrañé... — dejó un par de besos más antes de iniciar uno intenso el cual incluía un casi salvaje jugueteo de lenguas. — Detesto los fines de semana, no puedo verlo, no puedo estar con usted. — sus brazos rodearon el cuello de el mayor a la vez que subía su pierna a la cintura.
– No te creo... Eres un adolescente, ¿Que adolescente odiaria los fines de semana? — tomó el muslo de su alumno colocandolo a la altura de su cintura siguendo el jugueteo entre sus lenguas.
– Yo, yo los odio, no tiene idea de lo mucho que lo extraño... Solo quiero que sea lunes para poder venir y estar así con usted. — Mordió el labio inferior contrario al sentir como la mano de su profesor subía hasta tomar su trasero. Esa era la señal, ¡¿Que estaba esperando Yeonjun?!
– ¿Y por pensar en mi es que no hiciste ninguna de mis tareas? — le dió un ligero apretón al trasero de el chico al sentir como éste mordía su labio.
– Puede ser... O quizás solo no las hice para poder pasar más tiempo con usted, ¿No quiere pasar tiempo conmigo? — desvío su mirada hacia la puerta observando que su amigo no estaba ahí. — ¿No me quiere tener dos días enteros solo para usted?... A mí no me interesa la nota, me interesa usted...
– ¿Quieres venir a mi casa entonces?
Beomgyu había ganado, ahora solo esperaba que su amigo siguiera con su plan.
– Por favor... Por favor, quiero estar con usted... — el rostro de su maestro pasó a su cuello dejando besos húmedos en el lugar alejándose asustado en el momento que la puerta de el salón se abrió.
Beomgyu iba a reclamar porque su punto erógeno era su cuello, ¡¿Por qué justo en ese momento tenía que haber entrado, Yeonjun?!
Dispuesto a hablarle con una normalidad cualquiera giro a verlo pero no pudo hacerlo, el aspecto de su amigo era casi parecido al suyo, conocía bien a su amigo y sus labios no eran tan hinchados o por lo menos tan rojos.
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You Wanna Piece Of Me
FanfictionSoobin había conocido a Yeonjun desde que era un niño pequeño, su madre no había estado de acuerdo en que iniciara una relación con alguien que ya tenía un hijo no tan pequeño pero el estaba enamorado además... Ese niño no tenía la culpa de nada. La...