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— ¿Alguna sugerencia?... Acepto soluciones, si tienes tres o más a escoger sería aún mejor. — trató de bromear pese a que su voz aún seguía flaqueando. — La verdad, no sé qué pensar ya. Estoy triste Beomgyu, el hecho de ser consciente de que mi mamá ya ni siquiera quiere hacer un esfuerzo por mí me hace sentir completamente miserable.
— ¿Por qué no te vas de una vez por todas?
— ¿Y luego que hago? Me molesta tanto tener el deseo de hacerlo y saber a la vez que yo realmente no sobreviviría ni un solo día solo, no tengo amigos, familia, trabajo, dinero y mucho menos compañía.
— ¿Y yo que soy?
— La única persona que me quiere... Porque lo haces... ¿No?
Era una llamada pero su amigo quería cruzar aquél artefacto para poder abrazar a su amigo al escuchar la esperanza y a la misma vez miedo luego de haber preguntado aquello.
— Yeonjun, claro que lo hago. Por algo eres mi único amigo, el chico que me acompaña en mis pato aventuras, ¿No? — Era un chiste, el quería que se riera pero solo consiguió un sollozo más fuerte. — Yeonjun, no llores, era una broma.
— Y lo sé, es solo que... ¿Por qué me lo dice un amigo en lugar de mi mamá? Yo no tengo más familia que mi mamá y ahora ya ni siquiera sé si ella va a permitir que le vuelva a llamar de esa manera.
— Aunque no te dejé llamarla de esa manera, Yeonjun. Tú eres su hijo, solo porque ella tenga una manera idiota de ser no quita el hecho de que ella te trajo al mundo.
— ¿Que voy a hacer, Beomgyu? Si mi mamá me echa finalmente, ¿Que voy a hacer yo?
— En éstos momentos cortar la llamada y escucharme a mí.
La llamada estaba en altavoz y su puerta cerrada pero se había escuchado con claridad por lo que cortó inmediatamente sin darle alguna explicación a su amigo.
— Te escuché hablar, sé que no estás dormido. — Ingresó a la habitación del menor notando como éste rápidamente se había ocultado bajo la sábana. — Hey... ¿Crees que podemos hablar?
— ¿Si me van a sacar? — tenía miedo de escuchar la respuesta. Es que, ¿Que es lo que iba a hacer el en la calle? No tenía nada ni a nadie. — Soobin, perdón... Te juro que yo jamás podría dañar a mis hermanos.
Se espera un sermón, un regaño pero no un abrazo, no un abrazo como aquél. Lo había sorprendido de sobre manera porque estaba pasando. Soobin es ocasiones cuando estaba más pequeño lo había abrazo cuando veían alguna película pero jamás en ésa posición, al menos desde que había crecido.
El seguía dándole la espalda, en posición fetal pero aquella posición había hecho que el mayor tuviera más lugar para poder abrazarlo desde atrás.
— Y te creo, yo en ningún momento dude de ello. Eres rebelde, desobedeces muchas veces pero sé que no eres un mal chico, Yeonjun. — aquello lo había susurrado puesto que ya era de madrugada, sabía que su esposa iba a estar en contra de aquello pero no podía dejar al chico. — Sé que eres un chico sensible ante los gritos y pese a eso aguantas a tu madre. Sé que eres también sensible a la oscuridad, es por eso que la lámpara que te regalé más pequeño siempre se queda encendida.
Él conocía tan bien a ése chico, podía decir que lo conocía mucho mejor que a sus propios hijos puesto que el trabajo le consumía bastante tiempo. El había pasado tantas cosas con Yeonjun que sabía incluso los lugares exactos en donde había una cicatriz.
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You Wanna Piece Of Me
FanfictionSoobin había conocido a Yeonjun desde que era un niño pequeño, su madre no había estado de acuerdo en que iniciara una relación con alguien que ya tenía un hijo no tan pequeño pero el estaba enamorado además... Ese niño no tenía la culpa de nada. La...