𝐌꒰ 14

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Lo único que agradecía de que sus hermanos ahora estuvieran bajo la misma institución es que los podía ver a la hora de receso o más bien a la hora de salida... Su madre no llegaba por ellos y es que, él sabía que ella se retrasaba un poco pero ya habían pasado dos horas.

— Los iré a dejar a la casa.

— ¿Estás seguro? ¿Y si tu mamá se enoja?

—  Me da igual ya, acostumbrado ya estoy pero no voy a dejarlos aquí, Beomgyu. Dile a tu mamá que llegaré más tarde pero en verdad, necesito llevarlos.

No iba a esperar la aprobación de su amigo, eran sus hermanos después de todo por lo que tomó la manita de ambos para regresar a la vivienda de su mamá.

Jungwon no era tan hablador como Sunoo pero aún así le fué contando emocionado como le había ido. — ¿Tu sabes cómo restar? Yo no le entiendo, es más fácil sumar.

Pero para la gente el restar es más importante... Era un pensamiento pero no podía evitar emparejarlo a lo que su hermanito le había preguntado.

— Lo sé hacer. ¿Quieres que te enseñe?

— ¡Ayúdame con mi tarea!

El chiquillo había tocado la puerta pero no habría nadie. Pasaron un par de minutos hasta que la señora que hacía la limpieza lo hizo ofreciendo una disculpa a lo que Yeonjun negó, agradeciéndole su acción.

La señora era nueva pero suponía y la habían contratado debido a que los padres de Soobin habían estado o estaban, no sabía muy bien y no quería preguntar. No tenía nada que hacer ahí, no sabía cuánto había pasado pero el tiempo lo valía, Jungwon finalmente había entendido como era su tarea por lo que se encargó de darle de comer a los dos pequeños.

¿Su madre estaría afuera con Soobin? Eran las nueve casi y seguía la casa vacía.

Sus hermanos ya estaban dormidos pero el no, el claramente pudo escuchar los sonidos que habían comenzado de un momento a otro, era un ruido extraño, y decía extraño porque sonaba... El conocía ése sonido.

No podía ser la señora que limpiaba, era una señora mayor, ¿A quien podría meter? Salió de la habitación de sus hermanos observando la luz de el final del pasillo encendida. Sabía que ése era el cuarto de Soobin, o más bien la bodega, habían tantos muebles con papeleo que parecía una.

O el despacho como su madre le llamaba. Conforme más se iba acercando, mejor se escuchaba, eran gemidos.

Era normal el sexo, el lo hablaba con la mamá de Beomgyu pero él no quería escuchar a su madre tener sexo con Soobin, ¡Eso era asqueroso!

Estaba a punto de regresar a su habitación hasta que escuchó la puerta abriese. Si eran los papás de Soobin estaba muerto, lo iban a matar si lo veían ahí pero cuando se asomó al barandal cualquier tipo de pensamiento se frenó.

¡¿Su mamá estaba afuera?!

Entonces... ¿Quién estaba adentro?

La puerta del despacho fué abierta topandose a su padrastro únicamente con el torso desnudo. El conocía a la perfección el aspecto post sexo.

Quería a Soobin pero su mamá, era su mamá y el acababa de ver algo más. La expresión de Soobin era una de sorpresa, no entendía que hacía su hijastro ahí pero... ¡Estaba ahí!

Salió de inmediato luego de haber visto al menor correr en dirección hacia las escaleras, tomándolo a la fuerza.

— sueltame.  — no gritó pero aún así trató de soltarse, su madre lo tenía que saber.

You Wanna Piece Of MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora