Soobin había conocido a Yeonjun desde que era un niño pequeño, su madre no había estado de acuerdo en que iniciara una relación con alguien que ya tenía un hijo no tan pequeño pero el estaba enamorado además... Ese niño no tenía la culpa de nada.
La...
En otro momento habría estado feliz de estar siendo llevado por Soobin de ésta manera pero justo ahora... Podía jurar que si estaba asustado, Soobin posiblemente estuviera ebrio y de ver la cuenta tan alta... No era una buena combinación.
Dejó de pensar luego de que su espalda chocara contra una pared luego de haber salido de el restaurante y es que no era bobo, habían salido por la parte de atrás. Ahora entendía por qué Yeonjun hacia eso siempre.
— ¿En dónde está, Yeonjun? — se cruzó de brazos frente al chico luego de haberlo empujado contra la pared. Estaba molesto, más que molesto estaba furioso. — ¡Habla!
— ¡A mí no me grites! Yo no soy tu hijastro y tampoco uno de tus empleados. — estaba un poquito mareado, quizás sí, un poquito bastante, mucho. — ¿Me quieres gritar a mí? Vamos a ver quién de los grita más.
— No me estés gritando, Beomgyu.
— ¡Tu empezaste!
— ¡Yo te puedo gritar las veces que a mí se me pegue la gana! — Ésta vez fué el quién se pegó al chico luego de que el menor se apartara de la pared y gritarle.
— ¿Si? ¿De dónde sacaste tanta valentía Soobin?... Me gritas ahora mismo, ¿Pero antes? A Yeonjun lo puedes manejar, le puedes hacer creer miles y miles de cosas, al igual que a toda tu familia y empleados... Pero a mí. — El adolecente fué acercándose al adulto, señalandolo, tocando el pecho de el mismo. — A mí no me engañas... ¿O crees que no sé que clase de videos tienes en tu celular? Las veces que yo llegaba a tu casa, en todas ellas yo me besé a tu hijastro, ¿Y tú qué hiciste?... ¿Vernos?... ¿Grabarnos?... ¿Que haces con esos vídeos Soobin?
La mirada de el mayor había cambiado, Beomgyu podía jurar que lo quería golpear pero era más inteligente y en el fondo, no iba a negar que las ganas que le traía al padrastro de su mejor amigo, eran más grandes.
— ¿Los miras cuando estás a solas, Soobin?... Eso es más que obvio pero aquí la pregunta es... ¿A quien ves más?... A mí... ¿O a tu hijastro? — lo último lo murmuró acercándose peligrosamente a él, lanzándose de un momento a otro, eso no era parte de él plan pero ya que estaba ahí, iba a aprovechar.
Antes de que Soobin se diera cuenta, las manos de el menor estaban tomando su camisa al igual que sus labios los suyos. Quería culpar al alcohol o a las provocaciones que traía desde hace tiempo atrás pero sin embargo, correspondió al beso más que hambriento.
Tomó las manos de el castaño para apartarlas de su camisa, más sin embargo no lo apartó. Estaba disfrutando de sobre manera el beso hasta que una risa bastante conocida hizo que ambos de apartaran.
— ¿Así que tú famosa "B" era un chico?
Soobin soltó al menor, el cuál rió de inmediato luego de que su acompañante los sorprendiera.
— Tu aquí, no viste nada. — apuntó a Kai quién simplemente alzó sus brazos en su defensa al no haber hablado. — Y tú, ¿A dónde se fué Yeonjun?
— Yeonjun no vino.
— No me creas estúpido, ustedes dos andan siempre juntos y el mesero dijo que eran dos jóvenes. ¿Para donde se fué? Porque ustedes dos tienen que ver de dónde van a pagar esa cuenta.
— Suelta al niño, Soobin. Ya la pagué yo.
Beomgyu no se esperaba eso... A decir verdad, no se esperaba nada, tanto el beso como que el extraño pagara todo.
— ¿Por qué la pagaste?
— Ay vamos, se ve que es un chico que está teniendo su primer enamoramiento. ¿Que son unas cuantas margaritas? Además, hay que aceptar que el chico no tienes malos gustos. Pidió una buena botella.
— Ni siquiera la pude probar. — Beomgyu interrumpió siendo detenido por Soobin.
— ¡¿Por qué sigues aquí?! Lárgate y llévate a Yeonjun contigo porque sé que vino.
— Ya te dije que yo no vine con Yeonjun.
— ¿Que Yeonjun ya no vive contigo?
— ¿Tu conoces a Yeonjun?
El chico se veía del mismo nivel que Soobin y por lo visto, se conocían desde hace bastante pues el tenía conocimiento de Yeonjun.
— Vámonos de aquí, Kai.
— ¿Me pueden llevar a mi casa?
— ¡Desaparece, Beomgyu!
El menor se detuvo luego de que ambos comenzaran a caminar. Digo, se había salvado de la cuenta pero ahora no tenía como regresar.
— Toma, solo no molestes a Soobin cuando esté ebrio, ¿Si? Y gracias por las bebidas, tienes un gusto excelente.
Beomgyu tomó el billete que el amigo de Soobin le había extendido, no sabía quién era, ¡Pero amaba a ése hombre!
Esperó hasta que ambos hombres desaparecieran para poder tomar su celular marcandole al de su amigo, estaba seguro de que no iba a responder pero lo había hecho.
— ¡¿En dónde diablos estás metido, Yeonjun?!
— Justo detrás de tí.
Beomgyu giró topandose con el mayor de ambos, saliendo justo detrás de él contenedor más grande del restaurante.
— ¡¿Cómo llegaste hasta aquí?!
— Cuando dije que iba a vomitar iba a ir al baño pero no contaba con que me iban a cobrar si vomitaba, cobran por limpiar por lo que mejor salí. Justo estaba echando al demonio cuando escuché que abrieron la puerta y los ví.
— ¡No me odies! Te prometo que lo de el beso fué gracias a las bebidas y...
— Y ahora tenemos las pruebas que queríamos. No lo conseguimos de la manera que habíamos pensado... Pero las tenemos. — Beomgyu observó el celular en la mano de su amigo el cuál no solo mostraba una foto, sinó también un vídeo.
Su amigo no solo había pensado mejor que él, su amigo le había dado a todos los pájaros del cielo con un solo tiro.
— ¿Y bien?
— Soobin quería amenazar. Ahora es mi turno de hacerlo.
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