𝐌꒰ 21

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Sabía que aquello había estado mal, sobre todo porque no podía culpar al alcohol.
La otra noche con el amigo de su hijastro lo había hecho, ése día estaba demasiado ebrio.

Pero hoy...

¿Cómo iba a defenderse de lo que había pasado con Yeonjun?

Tan rápido como escucharon las pisadas a lo lejos, el menor fué quién tomó la iniciativa de apartarse y correr detrás de su amigo y la señora que los acompañaba.

¿En qué momento había sucedido todo?

Todas las veces en que Beomgyu insistió y bromeó con las ganas que supuestamente habían crecido luego de verlos, estaban siendo ciertas.

Pero eso no podía pasar.

No de vuelta.

Y tal como lo había pensado, había sucedido.

No volvió a saber de él chico en semanas, quería pensar que estaba bien y por eso mismo, Yeonjun había dejado de insistir.

Pero por otra parte, aquella curiosidad de saber cómo estaba el chico, lo carcomía por dentro.

— ¿Que piensas hacer, Soobin?

Kai, era la única compañía que sabía una parte de la historia.
Hasta donde su amigo estaba enterado, ya que él pensaba que el beso había sido únicamente con Beomgyu, no tenía idea de que había sucedido lo mismo con Yeonjun. Pero su amigo no podía saber nada de eso, él había conocido al hijo de su esposa desde hace mucho tiempo atrás.

— En realidad, nada. Pero las cosas con Sunhee, no están yendo bien.

Y es que, no era mentira. Aún con la presencia de Yeonjun en la casa, la convivencia con su esposa estaba mejor de lo que estaba en ése momento.

Cada que llegaba a la casa, eran malentendidos, desacuerdos y peleas absurdas, no había ningún sentido en ellas.

— ¿No crees que quizás Sunhee, extrañe a su hijo?

— Ella lo echó, no fuí yo.

— Pero tu tampoco lo querías, Soobin.  — Él como su compañero de trabajo de muchos años, había sido testigo de lo mucho que Yeonjun había tenido que pasar, en fiestas, en reuniones de fin de año, eran muchos eventos.
Él no podía nombrar una sola fiesta, en la que Sunhee, no regañara o golpeara enfrente de los invitados a Yeonjun. — Pero bueno, es su matrimonio, nadie más puede opinar aquí.

Soobin no fué capaz de añadir algo extra, simplemente no podía, no tenía como. Él en ocasiones, sinó es que siempre, llegaba a gritarle también a Yeonjun, para de estar bien con su esposa y evitar peleas, pero ahora que el joven no estaba, se podía dar cuenta que las peleas que su esposa y él tenían, no eran gracias a Yeonjun.

El chico, solo estaba creciendo, aprendiendo, estaba desarrollándose y sin dos figuras paternas, era difícil.

— Creo que cuando llegue hablaré con Sunhee, algo tenemos que hacer.

Al llegar a su hogar, como cosa rara, estaba en un total silencio, el había llegado temprano, por lo que se esperaba como era costumbre encontrar a sus dos hijos pequeños jugando en la sala.

— ¿Sunhee?

Preguntó mientras ingresaba a la sala, encontrándose con la razón de aquel silencio.

— ¡Mi niño! — la mujer mayor, extendió los brazos hacia la complexión mayor frente a sus ojos una vez, saliera de la cocina. — Tu esposa salió con tu papá y los niños a comprar las cosas.

You Wanna Piece Of MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora