Capítulo 8

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Kev

Empujando un par de libros en la estantería, retrocedió un paso, observando con evidente deleite los resultados. Alguien ajeno podría considerar que estaba loca, por utilizar un sistema de organización basado más en los colores, ya fuera de letras impresas en el lomo o los tonos del empastado, en lugar de emplear la temática o título de autor, pero hasta el momento tenía control de todo y en medio de todo el "caos", era capaz de dar sin problemas con algún libro en específico. Tampoco se trataba de que estuviera únicamente centrada en los tonos o la estética de los estantes, pero buscaba que su librería destacara por algo en especial. No se trataba solo de libros, también de crear el ambiente adecuado. Elevó la vista, contemplando las pequeñas frases impresas sobre papel brillante que pendían del techo, eran otro intento de personalizar el espacio.

Asintió con aprobación y se dirigió al mostrador, hacia un buen día y esperaba que las ventas fueran mejores que la semana anterior. Tal como había afirmado a su mejor amiga, aun no alcanzaba cifras preocupantes, pero era innegable que los nuevos negocios eran cuestión de paciencia y bastante esfuerzo.

Apoyándose en el mostrador, marcó algunos nombres en su esquema y dio casi por terminada la tarea de ordenar sus últimas adquisiciones; quedaban solo algunos ejemplares, que eran bastante peculiares, por lo que captaron su atención y aún estaba decidiendo si debía instalarlos en una sección un poco privada...

«Una semana».

El pensamiento llegó sin esperarlo, haciéndola desviarse de tu labor. Sabía que no debería estar recordando la locura que significó aquella noche, pero parecía mentira que hubieran pasado tantos días desde que se encontró de pie en la entrada de su edificio, viendo desaparecer el auto de William Meller. No lo había vuelto a ver, aunque tampoco era como si tuviera una razón para hacerlo, quizás solo se trataba de la curiosa impresión que dejó en ella...

No era lo que hubiera esperado, de haberlo pensando.

―Solo estás dándole demasiadas vueltas ―masculló, un poco molesta con el rumbo de sus pensamientos.

No ignoraría todos los comentarios que las revistas de chismes que hacían sobre él, las especulaciones del buen amante que debía ser. Y es que, a diferencia de los Ferrer, que no entendían el concepto de compromiso o privacidad, o del mismo Stefan que era todo secretismo y seriedad (y con evidentes motivos), William parecía ser algo extraño, selectivo con sus conquistas y al mismo tiempo no. No era una blanca paloma y su mejor amiga se lo había hecho saber, sobre encontrarlo en un lugar donde no iban a orar precisamente.

La idea de que esa noche hubiera ocurrido algo más entre ambos que solo dormir, había cruzado su mente en más de una ocasión. Aunque por desgracia bastante tiempo después. En aquel instante, él fue solo su salvador y alguien con quien no estaba segura de como actuar, sumado al desconcierto de ser abandonada por Daniel, realmente un momento sexy fue lo último que cruzó su mente. Pero a medida que pasaban los días, el pensamiento aparecía como esa vocecilla molesta, tal como lo haría cuando se deja pasar buena oferta. No era malo y quizás eso era lo peor de todo. No es que creyera que realmente Heiz le consideraría una traidora por enredarse con su futuro cuñado, además, de que tampoco era como si una noche pudiera terminar en algo más.

No solo no era su tipo, también dudaba que William realmente quisiera un compromiso. Él no dijo demasiado, pero sus comentarios sobre las malas elecciones en relaciones, no parecían ser solo por Daniel, sino por experiencia propia.

¿Alguien lo había herido?

Ella no tenía conocimiento de que él hubiera tenido una relación verdaderamente seria. Eso sin duda habría sido titular en alguna revista del corazón, porque tal parecía que tenía algunas seguidoras. Era guapo al igual que sus hermanos, pero por lo que sabía, hasta ese momento ninguno de los varones Meller daba motivos para creer que estaban listos para asentarse y eso aumentaba el interés de las mujeres.

¿Amantes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora