Capítulo 14

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Capítulo larguito, que lo disfruten ♥ En recompensa por la demora. 

***

William

Él se entretuvo ordenando las compras, guardando las bebidas y alimentos que necesitaban refrigeración y también pidiendo comida de uno de los restaurantes cercanos; al final, las pizzas y bocadillos congelados no le parecieron la mejor de las opciones que ofrecer. Y es que, aunque hacia días la invitación se hizo, no consideró los alimentos hasta su camino de regreso. Tenía que admitir, que nunca se había preocupado por la comida y menos aún llegó a pensar en intentar prepararla. Solo deseó que ella no lo hubiera esperado esa acción de su parte.

Dio vistazos en dirección de su dormitorio. Ella fue silenciosa y demoró lo suficiente para hacerle preguntarse qué le resultaba tan interesante, pero optó por esperarla.

―Me gusta tu cama ―expresó apareciendo por el pasillo. Estuvo tentado a meterse con ella y sugerir que hicieran uso de la pieza, pero aún era pronto y la mejor arma siempre seria crear anticipación.

―¿Solo eso? ―Ella negó, acercándose al mostrador, donde él se encontraba apoyado, y montando uno de los banquillos situados al otro lado.

―Tienes buenas vistas y no es tan ruidoso. Lo que puede ser por vivir en un quinto piso. Y supongo que el sonido de tus vecinos no se filtra. Ese es el único punto negativo de los departamentos, sabes todo lo que hacen tus vecinos.

―Eso último es correcto. Aunque en realidad, casi no estoy aquí.

―¿No? ―Su afirmación la hizo fruncir el ceño.

―No, usualmente me quedó con mis padres. ―La mansión era lo suficiente grande para que incluso algunos parientes cercanos tuvieran una habitación propia, para cuando iban de visita.

Su piso tenía lo mínimo, ya que pasaba la mayor parte donde sus padres y no consideraba necesitar llevarlo de objetos que no requería. Si por casualidad, necesitaba algo, bastaba con pedirlo a los encargados de limpieza y se ocupaban.

―¿Tienes buena relación con ellos? ―Ella lo miró curiosa, refiriéndose a la relación con sus padres.

Nuevamente se encontró analizando su pregunta y sobre todo su expresión, pero no encontró indicios de una segunda intención, sin embargo, las viejas experiencias lo volvieron cauteloso con las conversaciones donde su familia salía a tema.

Nunca se sabía cuándo sus palabras podían terminar como el titular de una nota maliciosa.

―La mayoría del tiempo. ―Porque en muchas ocasiones se encontraba siendo cuestionado, como si fuera un adolescente―. Aunque últimamente no nos vemos demasiado.

―¿Por qué?

―Por la salud de mi padre, el médico recomendó que debe estar tranquilo, así que ellos constantemente salen de la ciudad. Les gusta visitar el campo.

―Oh, no sabía. ―Pareció lamentar su pregunta, así que apresuró a aclarar sus palabras.

―No es nada serio, pero el médico ha dicho que es mejor que evite demasiado estrés. Siempre ha sido un hombre demasiado temperamental y obsesivo con el trabajo, eso le ha pasado factura.

Pocos sabían ese hecho, para la mayoría, su padre confiaba lo suficiente en sus hijos, para tomar un poco de distancia de los negocios. Lo que no era falso del todo.

―Ya veo.

―¿Qué me dices de ti? ―Era la primera vez que mencionaban a sus familias y ciertamente sentía curiosidad. Tenía entendido que ellos no vivían en la ciudad, pero en ese tiempo, nunca mencionó tener intenciones de visitarlos. Lo intrigaba un poco.

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