Capítulo 17

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William

―¿Cambio de planes? ―La respuesta de su hermano fue simplemente asentir con una inclinación de cabeza, sin alterar su postura relajada.

William sintió el impulso de darle un golpe, pero una parte de él lo temió aun antes de que llegara el momento. George era simplemente demasiado inconsistente. Podría decir amarillo y unos segundos después optar por rojo.

Le dirigió una mirada interrogante a su primo, pero Aldo simplemente se encogió de hombros, tampoco mostrándose demasiado interesado o al menos apenado. Eso tampoco era inesperado, tal parecía que solo seguía lo que dictaba George. Sabía que no debía esperar demasiado de su parte.

»¿Por qué? ―Quería saber al menos la razón del cambio, ya no se trataba ni siquiera de que no hubiera dado un aviso. Ambos habían insistido tanto en salir juntos ese fin de semana, todo comenzó justamente por su idea.

―Ya te lo dije, cambio de planes. Además, no nos necesitas, iras acompañado. Esta bien si no hacemos mal tercio ―bromeó, pero él no pudo seguir su sentido del humor―. Deberías agradecer, tendrás la casa para ti solito.

―Solo me han hecho perder el tiempo ―murmuró molesto, colocándose las gafas, antes de darse la vuelta, listo para marcharse―. Recuerda que debes estar pendiente de Vera.

―Ella no nos quiere ahí ―aseguró con desenfado, lo que lo hizo detenerse momentáneamente y dirigirle una mirada―. Walker parece muy interesado en hacerle compañía. No hacemos falta tampoco allí.

A pesar de molestar, no pudo debatir su argumento. Tendría que hablar con su mejor amigo, lo conocía demasiado bien como para saber que era posible que estuviera haciéndose ideas al respecto. No le habría importado antes ese acercamiento, sin embargo, su hermana no necesitaba ese tipo de atención en esos momentos y él únicamente conseguiría salir herido.

Parecía que su amistad no era lo único que ambos compartían, aferrarse y humillarse por una mujer era algo que se les daba bastante bien.

―Como sea. ―Salió de la sala, no era un tema que quisiera discutir con ellos.

Consultó su reloj, por fortuna estaba a tiempo, así que subió con rapidez las escaleras hasta su habitación, abrió la puerta recogiendo su bolsa de viaje y se devolvió hasta la entrada. Con lo mucho que le disgustaba que le hicieran perder tiempo.

―¡Diviértete por mí! ―Escuchó gritar a su hermano. Sacudió la cabeza sin molestarse tampoco en dar una respuesta.

Aunque había echado de menos tenerlos a ambos cerca, empezaba a notar la actitud infantil y despreocupada que tenían y lo irritaba. En algún momento su madre llegó a afirmar que eran tan parecidos. Odiaba la idea. Tal vez tuviera algo de razón, sin embargo, a diferencia de George, que aun no sabía en que ocupar su tiempo, él tendría las manos llenas y más aun con la ausencia de Stefan.

Se sentía aliviado de no tener que llevar el control de la empresa y lidiar con la montaña de cosas que eso implicaba.

Su madre claramente se notaba preocupada por él, pensando que la decisión podría afectarlo. No tenía idea. Aunque para la mayoría, el hecho de ser el hijo mayor implicaba que era quien debía tomar el control de los negocios, lo cierto era que no deseaba hacerlo. Fue un peso menos cuando se confirmó que sería Stefan, él que estaría representando a su familia. No le importaba admitir que su hermano tenía más capacidad y sobre todo paciencia, además de temple. Él no podía decir lo mismo, aunque tal como varios afirmaban estaba de mejor humor en últimas semanas, seguía siendo algo voluble. No sería la mejor cara, ni competencia para los Ferrer.

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