Blind Love

Efervescente

Perspectiva de Yongsun:

Puedo sentir su mirada a cada momento, amo esta sensación de saber que ahora sabe quién soy fuera de todo lo que antes conoció.

— ¿Qué te gustaría de postre? —Pregunta quitándose la servilleta que tenía sobre el regazo—.
— No tengo muchas ganas de postre...
— ¿Quieres dejarlo así?
— Si tú quieres postre puedes pedirlo, no te limites por mí.
— La verdad me siento satisfecha.
— Bueno entonces sólo queda terminarnos el vino... —Digo al ver como rellena mi copa—.
— Sí, eso creo.

Toma despacio, es claro que ella sabe beber vino, a diferencia de mí que no acostumbro ningún tipo de alcohol, «me siento rara, increíble que me esté poniendo ebria en un día tan especial, sería mejor no tomar pero sé que ha hecho todo esto con gran esfuerzo... ¿Debería...?».

No lo pienso tanto y tomo más de la mitad de una sola vez, ella asombrada me mira:

— ¿Está todo bien?
— Claro, —Dejo la copa más lejos de lo normal— ¿por qué?
— ¿Tienes prisa o algo te inquieta?
— No es solo qué... —Mi vista se distorsiona «de verdad estás ebria»— Creo que no tengo aguante al alcohol.
— ¿Por eso lo has tomado de golpe?— Deja salir una risa que es claro, no sacó hace un momento—.

Estoy a punto de reclamarle hasta que la veo. Dios mío, siempre he visto muy guapa a Byul pero no sé si es el traje, si es la iluminación o la forma en que se está riendo que me ha dejado sin habla. De verdad que es la mujer más hermosa que hay en este lugar y no debo ver a cada una de las que están, puedo estar segura que la más preciosa es ella.

Mis palabras se quedan en mi boca, antes de salir se convierten en un suspiro que sale con libertad, no puedo decir nada ante un cuadro tan completo.

— Sun, ¿qué está pasando? ¿Te sientes bien?

Estoy atónita ante su perfección, mi mirada es un poco borrosa pero aún así puedo ponerle atención solamente a ella. Tengo tantas ganas de que me cargue sobre sus piernas...

«¿Y por qué debería quedarme con las ganas?»

Me levanto de mi asiento y veo como ella pone atención a cada movimiento que hago, estoy delante suyo con ganas de decirle "Hazte hacia atrás" para que me abra espacio, pero de repente siento algo raro en la garganta, esa sensación de que tu saliva se hace extrañamente más líquida, «Voy a vomitar», un segundo de lucidez:

— Ya vuelvo.

Salgo casi corriendo por el pasillo.
No hace falta voltear a ningún lado para saber que todos me están viendo.
Mis manos sostienen mi vestido para no pisarlo y evitar una desgracia, aún así anhelaría tener una mano disponible para cubrir mi boca.
«¿De verdad? ¡¿Hoy?!».

Llego al baño sintiendo alivio de saber que podré sacarlo, hasta que al empujar la puerta voltean asustadas por el golpe dos mujeres que están usando el lavabo.
Cómo por arte de magia desaparecieron mis ganas de vomitar.

Ellas me miran tan raro que me siento analizada de pies a cabeza. Dejan de verme una seguida de la otra. «No digas nada». Paso al baño fingiendo sobriedad.
Me siento sobre la tapa del baño y cubro mi rostro.

«Mirate, ebria y en un baño justo el primer día que tú novia recuperó la vista, que decepción».

Quiero pensar que Byul no se siente decepcionada de mí y aún si lo hiciera, no la culparía.

«Ni siquiera trajiste tu bolso para retocar tu maquillaje».

Dejo de cubrir mi cara y miro hacia el techo, ¿qué debería hacer? Al final ya no quiero vomitar pero todavía me siento mareada.

Salgo del baño al escuchar que los grifos a cerraron, será mejor hacerlo ahora.

Camino para verme en el espejo, creo que sí se me nota que estoy algo tomada...
Analizo mi propio reflejo, me lavaré la cara, sujetaré mi cabello y saldré.

De pensarlo más no lo haré, abro el grifo de la llave y enjuago mi cara con agua fría, sintiéndose como un "Volver al presente", me ha sacado un poco del mundo confuso y borroso.

Me siento mejor pero me veo mal.

Tomo papel higiénico y empiezo a quitarme todo el maquillaje, sería peor salir así, afortunadamente solo había sido un maquillaje ligero.

Al terminar enjuago una vez más mi rostro, me ha ayudado a sentirme más sobria «aunque las cosas se muevan momentáneamente».
Sostengo mi cabello con la liga que traía en la muñeca, creo que es momento de volver...

Me siento un tanto insegura, hoy cuando fui al hospital no llevaba maquillaje, ¿se sorprenderá de verme así en este momento? «¿¡Por qué hoy!?».

Me siento sobre la barra disponible del lavabo. ¿Qué hice?

El tiempo burbujea, se ha vuelto en algo efervescente, no sé hace cuánto llegué a este punto y tampoco quiero saberlo.

La puerta se abre, me interesa más saber que haré ahora que saber quién entró:

— ¿Sun?

«Ay no».

Levanto la mirada para encontrarme con ella, no trae su saco:

— ¿Por qué no me dijiste que te sentiste mal?
— Es que no pensé sentirme mal...

Se acerca y pone su mano sobre mi pierna descubierta, desliza sus yemas hasta mi rodilla:

— Pudiste decírmelo antes de irte corriendo.
— Es que no me sentía mal un segundo antes de ello...

Suspiro ante lo que tengo que decir:

— Disculpa si me fui así. También disculpa si me quité el maquillaje... —Pongo mi mano en su hombro— pero esto es lo que soy, espero no te moleste...
— ¿Molestarme? ¿Por qué me molestaría tener una novia tan hermosa?

Sus palabras sacuden mi cerebro, «¿No sé supone que me diría algo diferente?»:

— ¿Tu te sientes bien? —Pongo mi mano sobre su frente y ella se echa a reír—.
— Me siento mejor que nunca. Podemos irnos ahora, si gustas. Quizá te sientas más cómoda en casa y sin los tacones.
— Perdóname. Me siento mejor ahora.

Quiero seguir hablando, pero la jalo hacia mí y la abrazo, ella me recibe con afecto, abro mis piernas para que ella me abrace más cerca:

— Gracias por quererme tanto.
— Sabes que te amo. Y mañana te seguiré amando.
— Y mañana seguiré siendo completamente tuya.

Busco el espacio de su cuello sin dejarla de abrazar. Su aroma me ayuda a tranquilizarme siempre. Acaricia mi cabello con calma, como queriendo hacerme notar que todo está bien.
Suspiro.
Dejo de abrazarla, ella hace lo mismo, sus labios besan con amor mi frente:

— No te sientas avergonzada, pasar el tiempo contigo es algo mágico siempre.
— ¿Aunque haya pasado esto en un día tan especial?
— Aunque pase cualquier desgracia, si estoy contigo entonces mayormente ya estoy bien.

Sus manos pasan de mi espalda a mi cintura, sin darme cuenta estoy envolviendo su cadera con mis piernas, me acerco nuevamente a su cuello donde deposito un beso, ella se sacude ante el tacto:

— Amor, sí quiero estar contigo pero... No aquí... —Dice un poco apenada— Podrían entrar en cualquier momento.

No contesto, sino que le doy un beso más, su escalofrío me alcanza:

— Sun...
— Tienes razón. —Alejo mi cuerpo del suyo— Disculpa.

Se acerca y me besa con esa delicadeza y dulzura que solo ella sabe:

— Vamos afuera, pedimos algo de agua y cuando te sientas mejor nos vamos, ¿está bien?

Me bajo del lavabo despacio, ella me da su mano para ayudarme:

— Sí, me parece bien.