Impulso

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Perspectiva de Yongsun:

— Yongsun, hola. —Ella sonríe y da unos pasos más—.

A penas la vi sentí un vacío en el tórax, siento un montón de adrenalina en este momento, ni siquiera siento frío ahora.

— Byul... —Sin dejar de verla me levanto de mi silla y camino a abrazarla—.

Es obvio que se asustó por el toque ya que no lo esperaba, pero me recibió de buena forma y me abrazó un poco más fuerte que yo.

Siento ganas de llorar:

— ¿Por qué te fuiste así? —Se quiebra mi voz—.

Deja de abrazarme pero pone sus manos en cada uno de mis brazos, me sostiene firme para que le ponga atención:

— Discúlpame, de verdad no pensé tardar tanto tiempo, realmente me siento muy apenada contigo. Sin embargo, aquí estoy.
— Pudiste marcarme y decirme que tardarías, así yo podría tener alguna noción de algo.
— No quise darte respuestas que no fueran certeras. Sé que estuvo mal no avisarte nada, y por ello decidí simplemente no reaparecer con una llamada, sino que vine a verte.

Caigo en cuenta de que le estoy reclamando, ¡no debería reclamarle nada! Cierro los ojos para evitar llorar:

— Disculpa. Debo aprender a dejar de ser impulsiva.
— Disculpame tu, por desaparecer.
— Bien...
— Tengo noticias.
— ¿Qué noticias? —Me suelta y yo doy un par de pasos hacia atrás—.
— La espera ha terminado, la exhibición está completa.
— ¿Exhibición? Me parece recordar que dijiste que ella es una artista poco reconocida.
— Lo es, pero aún así, ha preparado una exhibición para nosotras... —Sonríe de lado, se gira un poco y toca su cabello— para ti.
— ¿Y en dónde está?
— ¡Ah! Ya lo ha preparado todo en su nueva casa, realmente no es muy lejos de aquí. Quisiera saber cuándo tendrás algo de tiempo libre, quiero acompañarte.
— En realidad si debes llevarme porque no la conozco y es su casa —Dejo escapar una risa—.
— Tienes razón... —Sonríe como burlándose de lo que acaba de decir— Si es mi turno de esperar, debes saber que no tengo ningún inconveniente con ello.
— No Byul, no deberás esperar. No te haré esperar —Con algo de miedo acaricio sus manos con las mías— la vida es una y no sabemos en qué momento acabará como para posponer las cosas.

La miro y ella se ve tan... Increíble.

La puerta donde Hye-jin estaba se abre, en automático suelto sus manos, Byul voltea a dónde el ruido fue:

— Buenas tardes. —Dice Hye-jin echando una mirada curiosa a ambas—.

Yo me volteo. No quiero que me descubra tan rápido.

— ¡Buenas tardes! —Contesta animada—.
— ¿Ya le atienden?
— Ah... Vine a ver a Yongsun, disculpe si la interrumpí en su trabajo, ya estoy por irme.
— No, descuida. En realidad el día ha estado más que tranquilo, ¿la necesitas?

Ya sé a dónde va a llegar esto. Irremediablemente me sonrojo al escuchar su conversación, mi jefa lo ha sospechado y mi reacción ya se lo confirmó.

— Vine a invitarla a ver una exposición de arte.
—¡Wow! ¿Que tipo de arte es?
— Cuadros minimalistas.
— Eso suena a un excelente plan de fin de semana, ¿por qué no vas?

Se dirige a mí y yo me veo en la obligación de voltear. Noto que está reteniendo con mucho esfuerzo su risa al ver mi expresión:

— ¿Puedo?
— Claro que sí. Tu luto ya no hace falta por lo que veo. Anda, te veré el lunes.
— Espera, ¿estás hablando en serio?
— Sí. Tu sabes que mañana por ser fin de mes se debe surtir y hoy no pareciera que vendrá alguien, yo ya terminé los papeleos, yo puedo atender, tómate el día, por favor.

En tres años de trabajo, jamás me había dicho algo así, ahora lo sabe todo, pero me ha dado una oportunidad de oro y la verdad que yo estoy muy ansiosa por conocer esas acuarelas:

— Bueno, entonces vamos.

Byul extiende su mano casi delante mío, sonríe:
— Vamos.

Blind LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora