Blind Love

Surrealista

— ¿Cuál es tu duda? —Pregunto nerviosa ante su próxima respuesta—.
— Si no has salido de casa desde aquél accidente,  ¿cómo es que sabes cuantos pasos son hacia la cafetería?

Dejo escapar un suspiro, pensé que sería otra cosa, no sé que esperar de ella, brinca de un tema a otro con tanta naturalidad...

— Tiene ya un par de años que vivo aquí, nunca me interesé antes en contar pasos, ¿quién lo hace? Pero recién al accidente, le rogué a mi hermana que me llevara a distintos lados y así, pude ir contando.
— ¿Tu hermana es mayor que tu?
— Es menor.
— ¿Dónde vive ella?
— Con mis padres, no muy cerca de aquí. 
— ¿Por qué decidiste venir a esta ciudad?
— Cuando te independizas lo último que piensas es en quedarte cerca de casa... Primeramente porque quieres conocer la vida lejos de las comodidades que tienes o del confort.
— Ya veo...
— Hay días que pienso que si no hubiera sido tan independiente, no habría perdido la vista... Hay días que me convezco que eso iba a pasar de una u otra manera, y que haya sido de ésta forma, pese a la crueldad, fue mejor que en otros escenarios que he imaginado.
— No sé que tan de acuerdo estoy contigo.
—¿A qué te refieres?
— Yo creo que el destino no está trazado en una línea recta. Sino que es un diagrama de árbol, es cierto que todo está escrito ya, pero una decisión —se frena un momento— sea cual sea, tendrá una opción positiva y una negativa, dependiendo de cual tomes, será el resultado, no forzosamente deben desembocar ambas en una cosa. Por ejemplo, no creo que tú accidente fuera algo que tenía que suceder... O hablemos de algo más sencillo, si yo no hubiera aceptado la recomendación de mi jefa a venir contigo no veo como más pude haberte conocido.
— Nos conocimos en la florería.
— Solo nos conocimos de nombre, eso cualquiera. Me refiero a que si yo no hubiera venido sólo sabría de tu algunas suposiciones y tú nombre. Ahora, si yo no hubiera aceptado tu invitación, ¡sencillamente no había manera de conocerte!
— En eso tienes razón.
— No creo que sea una línea recta, sino que el futuro es el resultado de tus acciones y lo que decides.
— Sí, puede que sea verdad.

Me quedo pensando en lo que ella dice, imaginando literalmente un diagrama de árbol con las dos situaciones que acaba de plantear, mi accidente y el conocernos, suena bastante lógica su filosofía del futuro.
Paso saliva, no entiendo cómo puede darme tanta confianza.
Siento que tengo que sacar esto de mí, no he tenido la oportunidad de hablarlo de forma sensata:

— Hay días en los que extraño mucho mi vida antes de esto.
—¿Quisieras hablar conmigo de eso?

¿Qué tan buena idea sería mostrarme tan expuesta y vulnerable frente a ella?
No es por ser pesimista pero realmente no creo que tengamos un encuentro similar, no pronto, ¿qué podría suceder? No creo que tenga repercusiones... ¿A qué parte del diagrama irá a corresponder está decisión?

— Lo que más extraño es ver las pinturas de Wheein.
— Disculpa, creo que no la conozco.
— Jung. Su nombre es Jung Whee In.
—¿La chica que te ayuda aquí? ¿Es pintora?
— Si, y es una lástima que no sea reconocida... Sus cuadros me llevaron a contemplarlos por horas para llegar a conclusiones tan profundas... Su arte te atrapa de una forma sublime. Extraño tanto ver la paleta de colores que inconscientemente repite una y otra vez pero con tonalidades diferentes. Los trazos finos y aquellos que improvisó para cubrir algún error.
— ¿Qué estilo desarrolla?
— Usualmente minimalismo y surrealismo, al menos ese fue el último estilo que vi.
Extraño ver los álbumes de fotografías, las radiografías y láminas del cuerpo. De verdad que esto me ha derrumbado de mil formas. —Agacho la cabeza y siento su mirada seguirme— pensé que no podría sobrevivir a esto y pensé que sería mejor opción sencillamente dejarlo. Pero no pude... Incluso para ser un "cobarde" necesitas ser muy valiente...

Dejo escapar un suspiro, creo que he hablado ya de más.
«Y la conversación fue tan amena fuera de aquí»

— No bajes tu cabeza. —Levanta mi mentón con su índice— tienes un perfil muy bonito como para que pase desapercibido. Realmente no entiendo la situación ya que nunca he estado ni siquiera cerca de ella, quizá no tenga mucho que decir... Sin embargo algo que puedo jurar es que eres realmente fuerte, Byul eres increíble, puede que incluso me atreva a decir que eres surrealista, tengo la corazonada de que tú me transmites lo que las pinturas de Jung a ti.
— No hables tan segura, nunca has visto los cuadros de Jung.

«Es muy lindo de su parte, de verdad que sí y me estoy esforzando mucho para no lucir apenada en este momento, pero tampoco podemos dejarnos llevar por palabras bonitas que podrían estar faltas de significado o realidad».

— Por eso he indicado que es una corazonada, un presentimiento, la única manera de comprobarlo es conociendo esos cuadros... ¿Tendrás la oportunidad de mostrarme en algún momento?

«¡Entonces mi desición desemboca en un segundo encuentro! Oh Yongsun, realmente eres maravillosa».

Sonrío ante el pensamiento:

— Tendré la oportunidad, aún no sé cómo estará de trabajo mi semana, pero podría marcarte...
— No te preocupes, realmente quiero conocerlas y si debo esperar lo haré gustosa...

Su voz suena animada, ¿qué estará pensando ella en este momento?
Escucho como se levanta de su asiento, casi sin darme cuenta dejo la taza sobre el plato y los pongo en la mesa:

— Debo irme, estoy muy agradecida con tu compañía, estoy encantada de saber que te volveré a ver y conoceré arte nuevo. Me siento en la necesidad de transmitirlo porque se que tú nunca podrás adivinar mis pensamientos y posiblemente a lo largo de la mañana te has preguntado "¿En qué estará pensando?", Así que me doy la libertad de hacerlo.
— Muchas gracias, de verdad. Yo también estoy feliz.
— Quiero hacerte una última pregunta, así como tú tomaste el valor para preguntar si podías tocar mi rostro aquél día, ¿puedo darte un beso?