Diálogos nocturnos que hago llamar poemas [Nuevos capítulos]

Nulos.

Pobres criaturas que escaparon al sepulcro, tristes las mentes ajenas a la embriaguez de estar vivo. Plantas de pies que nunca tocaron la superficie áspera y rugosa, se alejaron con gran fortuna del dolor implícito en sus pasos. Sus espíritus dispersos en tantos lugares y de tantas formas celebrarían su gran alcance de no ser por su falta de conciencia en si mismos. Sin recuerdos tristes, sin momentos fallidos se desplazan en el arco de tiempo vacío, se acumulan en aquel lugar donde escapan los sueños que al no ser realizados nunca se ven materializados y saltan expulsados con gran premura al destino más distante que algunos suelen llamar olvido. Faltos de codicia y de pecado, es ausente la relación de dependencia con otros e incluso con sus semejantes. Existen ahora y de forma esporádica en mi cabeza mientras los imagino, llegan a formar algo a la luz de mis pensamientos, pero no es suficiente para guardarles lugar en la mesa de lo encarnado. Gloriosos seres no nacidos permanecen verdaderamente libres sin juicio que los perturbe, sin condiciones, sin lamentaciones residuales, fatales, nefastas. Alegres si pudieran, felices si su inexistencia les permitiera.