Tratado del cuerpo y alma

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Estoy convencido que me cree a mi mismo, la esencia dentro de mí no es ajena a mis intenciones y mi transitar, puede que el mundo influya pero sin importar las circunstancias siempre hay otro camino y he tomado mis propias decisiones. Me forme con lo que tenía a la mano y pronto deje atrás aquellas piezas que mamá me había brindado en el vientre. Huesos y carne mudados son y revelada es una realidad innegable, no soy el de ayer, no soy quien fui hace un instante. La idea de que puedo llegar a ser ronda mi cabeza pero nunca estaré seguro, el ver eventos pasados me recuerdan que para mi yo prematuro sería un completo desconocido, un extraño ¿Quién soy entonces? Puedo definirme como un proyecto o pretender ser perfecto. Ni blanco ni negro. Las elecciones, elecciones son y tomaré cada una siendo consiente de que sin importar lo que haga dependo de estás ataduras terrenales, mis raíces a la realidad, mi vehículo y mi proveedor de sustento, el tratado más valioso es el amor de mi proyección interior, aquella sensación del yo que suelo llamar alma, sin esperar un día ir a ningún cielo.

Diálogos nocturnos que hago llamar poemas [Nuevos capítulos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora