Noche maravillosa

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Anoche estuviste entre mis brazos y yo estuve entre los tuyos, nuestros cuerpos acariciaron las ideas y lentamente flote hacía el vacío, un concepto diferente y una dirección muy distinta a lo que había conocido, allí no existen los «¿para?» o los «¿Por qué?» no existo cuando acaricias mis labios mientras intento continuar un millar de besos que considero solo uno, tampoco existes en instantes cuando en medio de la noche maravillosa mis ojos se cierran y todo queda en blanco. Cuando pierdes el juicio a partir de mis despliegues de ternura veo como es posible construir desde la nada, te cree en mis memorias con el mayor cariño posible, baje mis barreras sin que lo hubieras merecido, porque al igual que yo te rendiste a la fuerza invisible que cubre a los amantes cuando lo único que importa es estar juntos. En las oscuridades venideras cuando caiga de nuevo la noche maravillosa déjame ser quien te cobije entre sombras sin requerir de méritos, pero también déjame ser quien se quede contigo hasta que regrese imponiéndose en rayos luminosos la realidad imperante, cuando debamos adoptar la forma pública de lo que llaman correcto.

Diálogos nocturnos que hago llamar poemas [Nuevos capítulos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora