Diálogos nocturnos que hago llamar poemas [Nuevos capítulos]

KAGUYA

Que tan bello puede ser el suelo que tocan tus pies, tan común es todo lo que tocas y aún así me eres algo divino, quisiera encontrar las palabras pero últimamente divagó, la experiencia me dejó exhausto, el amor nunca fue lo que esperaba y aunque hace tiempo no te escribo te sigo pensando, aún tengo mis dudas de si ya te conozco pero en verdad creo que si supieras quien soy no me dejarías a la ligera, no me dejarías por ningún motivo, porque sin importar cuan débil sea daría todo de mi por una sonrisa tuya, me gustaría ver tu piel y sentir en verdad cumplido aquel viejo anhelo de constatar con mis sentidos lo intangible que representas, en algún momento, de forma eventual deberé dejarte ir y me temo que será pronto, poco a poco me desprendo de mis ataduras y resultas siendo lo último que dejaré de lado, la ilusión de hacer de otro ser mi complemento, me dejaré libre como ceniza en el aire y entonces no importará tu ausencia, espero sepas cuánto te esperé, noches y días y lagrimas, innumerables lágrimas asomándose tras las cortinas, pero sin importar lo que diga nada jamás garantizará tu cercanía, el frío me cubre y es allí cuando siento la necesidad de consumirme por completo y con ello llevar a una existencia mayor o incluso a una existencia nula este sentimiento, está necesidad de ver a alguien que supongo conocí hace tanto tiempo, hace tantas vidas atrás que no recuerdo, cierra los ojos, yo también lo haré, pensaré que estás esta noche conmigo, mi almohada ocupará el lugar y la abrazaré tan fuerte que espero sientas mi cercanía, aún te amo mientras las luces permitan verme.