Casa llena y las cosas andan mal

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No puedo pensar en otra cosa cuando gritan las mismas palabras, nunca viví una cuarentena pero si había probado el amargor de la familia, una combinación fatal, un escenario para discusiones inútiles, todos pretenden tener la razón y se pavonean por cada cosa que hacen, parece que cada uno no tiene errores, parece que nunca hubiésemos vivido juntos, no quiero sacarme en limpio, mis acciones son evasivas, prefiero mantenerme al margen de la controversia, estar en las sombras me da tranquilidad y estar tirado en el suelo refresca mi mente, no aguanto por salir, seguro de que nada me espera prefiero estar afuera y no aquí escuchando palabras de sutil agresión. En un parque, sentado en aquella estructura de madera los demonios se ventilan y puedo tener mi segundo de paz libre de remordimientos.

Diálogos nocturnos que hago llamar poemas [Nuevos capítulos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora