Anteriormente había creído en el amor, dejé y me dejaron, como hojarasca al viento no sentí reposo. Después de las largas jornadas de estudio, trabajo o inacción caía sobre mi cama pesado y cansado, trataba de apartarme de la antiquísima idea de amar y ser amado.
El chat, la cita, el sexo apasionado. Un hombre llego a mi vida y no cualquiera. Sus deseos eran los míos y sus dilemas muy parecidos, dos individuos grises encontraron el alivio a un mundo de multitudes chocando de continuo, sin saberlo había conocido al amante más ardiente y al corazón más delicado, sus caricias me atraparon y sus miradas me anclaron a rondar sus costas y explorar sus campos.
No queriendo compromisos le pedí ser exclusivos pero la farsa cayo pronto y me vi rendido a pedirle algo serio y de esta manera estar convencidos que la vocación era mutua de querer formar un solo individuo. Un hombre es el amor de mi vida y por ello me someto a la mirada de desaprobación que lanzan aquellos cercanos, aquellos que no entienden que sin importar donde retoñe el amor es una fuerza que no se alimenta de prejuicios. Que la santidad les sirva para lo propio, porque el amor no les pertenece, un sentimiento tan grande nunca será solo suyo.
Lo veo sufrir y también lagrimear, con las injusticias de lo mundano, con la presión laboral y el dinero escaseando, pero cuando llega a casa en este pequeño espacio liberado, mis brazos lo rodean y olvida por un rato los pesares y las penas que conlleva ser humano, lo acaricio con recelo, lo levanto y lo planto, lo cobijo en las noches antes de su partida y abro la puerta feliz a su regreso.
Él es un artista, pintar es lo suyo, cubre mi vida de tonos que el agua no borra ni de la piel ni de mi alma y yo como empírico escritor de muchas letras le ofrezco el sentimiento y escribo sobre su silueta todo el tiempo con palabras e ideas, con bellos recuerdos que dolor nos causan al presenciar desde cerca un momento ilusoriamente en la distancia cuando deba marcharme y nuestras camas estén separadas. Un hombre, el amor de mi vida me sorprendió como nunca y me enseño como nadie que el amor cura y aguarda bajo tormentas incesantes, se mantiene firme y se adapta a la escases entretejiéndose en lo profundo y cuando nadie se lo espere seremos un surgir eterno.
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Diálogos nocturnos que hago llamar poemas [Nuevos capítulos]
Poëzie∞ Poemas, monólogos, prosa sombría y pensamientos existenciales ∞