Llegamos al auditorio y me senté en la misma esquina en la que me senté cuando David dio la bienvenida. El mismo estaba subiendo al escenario y tomando el micrófono en sus manos.
-Buenos días, chicos- sonrió a un punto invisible.
Muchos murmullos llenaron el lugar. Muchos ya estaban ansiosos de ver con quién compartiría dos meses de su vida, yo sólo estaba ansiosa de que esto terminara.
-Sin más preámbulos voy a comenzar anunciando las parejas- tomó un papel entre sus manos -Mia Evans junto a Molly Derek, Derek Hope con Ethan Montague- y así sucesivamente siguió anunciando a sus parejas.
Después de varias parejas parecía dar por terminada la hoja así que buscó entre sus cosas hasta encontrar otra.
-Thomas Nolan y Catherine Wall- terminó de anunciar David en el auditorio.
Entre tantos pacientes el azar se empeñó en colocarme junto a Thomas, entre tantas personas en el mundo él tiene que respirar en el mismo centro donde me encuentro. Me encogí en mi asiento y todos se agruparon con sus parejas asignadas, pero yo no, yo me quedé inmóvil hasta que todo con respecto a la actividad se terminara.
-Te odio- la voz de Thomas se hacía presente desde atrás.
Ni traté de moverme.
-Te odio- repitió mientras se sentaba a mi lado.
Aparté mi cara para no mirarlo.
-Yo- murmuré mientras acercaba mi cara a la suya -En serio- hice una pausa mientras su rostro estaba sin expresión alguna -Te odio-
Él se apartó un poco más y subió su capucha. Al parecer, siempre llevaba un suéter puesto.
-Te queda mal- señalé su suéter.
-Está bien-
El silencio era el mejor compañero en nuestras conversaciones, David apareció segundos después con sus cejas levantadas.
-¿Cómo van con esto, chicos?-
-Descubrimos algo en común- le sonreí de la manera más falsa que logré.
-Perfecto- ahora sonrió él -¿Qué es ese algo?-
-El odio- le rodé los ojos mientras una sonrisa aparecía en mi rostro.
-¿Saben algo?- se sentó en el asiento de al frente de una forma que nos pudiera mirar -Ustedes no se odian- se comenzó a reír.
-No sabe de lo que habla- contestó Thomas.
-Si estás en lo cierto- se levantó y nos señaló -Al final de esta actividad te prometo que traeré a Cody-
Él se encogió de hombros y volvió a callar.
Me levanté, acomodé mi pantalón y salí del auditorio lleno de personas que paseaban de un lado a otro con sonrisas practicadas, otros ya estaban llorando y muchos estaban en silencio como si fuese la primera vez que veían a esa persona.
Caminé hasta mi habitación y minutos después escuché cómo la puerta de al lado había sido tirada con una fuerza única, busqué mi teléfono y tecleé el número de mi madre ignorando todas las notificaciones que aparecían en la pantalla.
-Mamá...- susurraba una y otra vez mientras esperaba que contestara el teléfono.
-Cath, ¿estás bien?- fue lo primero que salió de su boca.
-Odio este lugar. Odio cómo todas las personas necesitan estar unidas y cómo nadie lo está en realidad, odio saber que no soy diferente a todos ellos, odio saber que necesito un compañero para una actividad sin sentido, odio darme cuenta que sí me creía el centro del mundo, lo odio a él- hice una pausa para soltar el aire que estaba reteniendo -Y tal vez no te odio a ti-
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Adicción || EDITANDO
Novela JuvenilCath no es la típica joven a la que vas a encontrar en los pasillos de la escuela cantando una dulce melodía. Amargada, egocéntrica, malcriada; algunos adjetivos que se le pudieran obsequiar. Y Thomas, ¿cómo lo diría? Thomas es...simplemente Thomas...