Capítulo 3.

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«Iré a Nueva York contigo»

Las palabras de Andrés no paraban de repetirse en su cabeza, una y otra vez, a manera de tortura. Nada nuevo, en realidad. Eso era su relación: una tortura de la que no podía liberarse, aunque quisiera. No podía dormir ni parar de pensar en lo que había pasado en aquella cena.

Entonces recordó el día en que le notificaron que había sido aceptada en NYU para cursar su maestría en Stern y decidió ir a casa de Andrés a contarle todo muy emocionada, para después recibir un simple e hiriente:

—¡No puedo creer lo egoísta que eres!

—No soy egoísta, Andrés.

—¡Sí lo eres! Me quieres dejar otra vez.

—Baja la voz. No empieces. —le suplicó.

—¡Todo siempre sobre ti, por ti y para ti! ¿Qué hay de mí? ¿De nosotros? —se acercó a ella, con la mirada oscura y los puños tensos, ignorando su petición—. ¡¿Cómo demonios puedes ser tan egoísta, Merari?!

Merari suspiró agotada. Estaba realmente harta de la situación, llevaba semanas intentando tener una mejor relación con Andrés, más amable y menos tormentosa, pero nada parecía funcionar. No podía hacerlo todo ella sola, y siendo honesta, tampoco quería hacerlo.

Ya no más.

—Te recuerdo que no solo soy tu novia, Andrés. —aclaró muy tensa—. Soy un individuo que tiene una vida propia, sueños y metas que cumplir, al igual que tú.

Andrés puso los ojos en blanco tras un suspiro y se alejó de ella con indiferencia, lo cual la hizo sentir tan incómoda, pero sobre todo decepcionada al ver la reacción que estaba teniendo su novio. ¿Por qué no podía sencillamente alegrarse por ella y ya?

—Merari, si te vas a Nueva York lo nuestro se acabó.

—Mi decisión está tomada y no la voy a cambiar por ti.

—Entonces no me quieres como dices.

Merari negó con la cabeza, incrédula y sin decir nada salió de allí, con el ánimo por lo suelos, pero sin poder dejar de lado la emoción con la que latía su corazón tras su gran logro. Sin embargo, había algo que amenazaba con atormentarla, pues Andrés había sembrado la duda sobre ella: ¿Realmente soy tan egoísta?

ᴇʟ ᴀᴍᴏʀ sᴏᴍᴏs ɴᴏsᴏᴛʀᴏsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora