Destino

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Narra Taehyung

- ¿Dónde estoy? - pregunté confundido.

Mire a mi alrededor encontrando un cuarto gigantesco de paredes blancas aparentemente vacío, me vi las manos y los pies desnudos, pero estaba ataviado con una túnica dorada, no sentía dolor, no podía sentir el rose de mis dedos, trate de tocar mi cara pero al apretar mis mejillas tampoco sentía la presión, era como si mi piel simplemente no tuviera sensaciones.

Camine a través del enorme cuarto para observar bien que sucedía, me sorprendió no sentir miedo porque eso parecía ser aterrador pero había una calma muy especial, por un tiempo que no pude medir todo fue vacío en mis pensamientos y solo camine sin saber hacia donde realmente me dirigía, como autómata.

- ¡¿Taehyung?! ¿Tu que haces aquí?

Una voz ronca me hizo girar la cabeza confundido, era Min Yoongi, mi maestro de música desaparecido, estaba descalzo y vestido como yo pero su voz era más poderosa y definitivamente su rostro más atemorizante, tenía un par de enormes cuernos saliendo de su frente y unos colmillos que jamás le había visto aunque en esas circunstancias por extraño que parezca no sentí miedo.

- ¡Tae! - grito Jungkook quien sorpresivamente estaba ahí también y corrió a abrazarme en cuanto me vio. - ¿Qué haces aquí? - pregunto alegre.

- Eso acabo de preguntarlo yo - dijo mi maestro gruñendo.

- No lo sé, solo abrí los ojos y... - dije recordando lo último que tenía en la cabeza, sintiéndome mareado.

- Estas muerto - contesto lúgubre Jungkook quien dejó de sonreír y me miró compasivo - al final no pudimos hacer nada por ustedes.

Unas lágrimas de tristeza rodaron por sus mejillas con total sinceridad mientras mi maestro Min se agachaba farfullando con irá.

- Todo se perdió y ni siquiera pudieron estar juntos por lo menos aquí - dijo apretándose con fuerza los cuernos con ambas manos.

Los últimos pensamientos en mi mente eran sobre el dolor que sentí en la cabeza y la sangre que brotaba de mi boca. Ahora estaba en un lugar desconocido acompañado de un par de dioses de la muerte, seguramente mi vida había llegado a su fin de nuevo, supuse entonces que este ciclo seguiría por la eternidad y jamás podría estar con Jinnie, cada vida, cada oportunidad, lo arruinaría, aunque, tal vez no tenía porque ser así.

- Jungkook, Maestro Min ¿podrían ayudarme aún? - dije preso de un optimismo que no era común en mi y ellos me miraron sorprendidos.

- ¡Claro Tae! - Jungkook se seco las lágrimas y me dejó perplejo con su cambio de actitud.

- ¿En qué exactamente crees que ponemos ayudarte? - Contesto el maestro exasperado - estás muerto, en esta vida hemos terminado, se acabó, el imbécil de Seokjin pasará otro ciclo sin estar a tu lado y tú seguirás estropeándolo porque solo eres un poeta ridículo en cada una de tus vidas y tú mismo los condenaste a esto.

- ¡Yoongi! Basta, no debes hablarle así, no fue su culpa.

- Claro que fue su culpa, solo que ya no lo recuerda.

- Mi culpa - dije pensativo.

- Así es, fue tu culpa, tu lo condenaste a sufrir un millón de vidas lo que estabas sufriendo tu, esa maldita manía que siempre has tenido de ser tan sensible en el momento y lugar menos adecuado.

- ¡Yoongi! - grito Jungkook más molesto de lo que lo había visto jamás - para ya.

- Me da lo mismo - contesto - siempre será igual.

Daré Hasta El Alma Por Ti   (JinTae) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora