Daré Hasta El Alma Por Ti (JinTae) TERMINADA

Shinigamis

Narra Taehyung.

Mi cabeza no paraba, las ideas venían y se plantaban amenazando con terminar mi cordura, esa canción era mucho para mi, sudaba frío y no podía hablar sin que todo sonará raro.

El día del acuario cuando Jinnie se marchó me dejó una sensación incómoda, la canción de cuna debía haberla escuchado antes y cuando fui a dormir me concentre en recordar, aún no tenía idea de que sería un gran error.

Al cerrar los ojos intranquilo tarde en quedarme dormido pero cuando por fin lo conseguí comencé a soñar.

Todo estaba oscuro en ese  lugar donde nunca había estado y escuchaba gritos, caminé asustado al origen de los ruidos y la miré ¡¡Lune!! Era Lune, estaba tirada en el suelo llena de sangre y junto a ella un hombre con un cuchillo en la mano, no vi su rostro solo pude observar sus manos y a Lune con los ojos abiertos, no se movía, yo tampoco me pude mover.

Desperté gritando haciendo a papá mamá y Lune entrar a mi cuarto asustados.

-¡¿Qué pasa?! ¿Estás bien? - estaban realmente preocupados viendo que el susto que me lleve me dejó empapado en sudor y pálido.

Estuvieron reconfortándome un rato, mamá preparo café y papá me ayudó a cambiarme pero yo no quería mirar a Lune, la idea de perderla me ponía mal.

Un par de días después la soñé cantándome esa extraña canción de cuna y abrí los ojos empapado por mis lágrimas, no podía soportarlo, si algo le sucedería a mi hermana yo no podría vivir más.

Así que entre en depresión, la ansiedad me hizo no querer salir, no deseaba ver a nadie y evitaba el contacto con todos.

Termine de una manera muy grosera con SunJi pensando que si la lastimaba lo suficientemente no me buscaría más y así me consentraría en cuidar a Lune, no dejaría que le pasará nada malo ahora no la soltaba para nada y aunque se empezaba a hartar de que no la dejara salir sin mí, cuando le conté mis sueños lo entendió y me dejó cuidarla.

- Ya se te pasara, entiende que el destino es inevitable, todos debemos morir algún día- decía segura, pero mi cara de angustia la convencía de no presionarme.

Un par de semana después de mi estrategia de andar oculto llegué a la escuela con Lune y mamá, Jinnie estaba parado esperándome, no me dio oportunidad de correr y las chicas simplemente se adelantaron cómplices de la situación.

- Tiene días que no me contestas y aunque he llegado temprano no te he visto salir, he ido a tu casa pero Lune me dice que estás nervioso y que no quieres ver a nadie ¿Qué pasa "V"?

Esquive su rostro y mirando a otro lado le contesté sin muchas ganas.

- No me he sentido bien Jinnie, prefiero que me dejes en paz.

Lo deje parado y me metí a la escuela ante la mirada sorprendida de mamá y de Lune. No estaba seguro de que sentir, solo sabía que la seguridad de mi hermana era lo primero y si en con esto podía detener las pesadillas y cuidarla renunciaría a cualquier cosa que me pasará por la mente.

Las semanas siguientes Jinnie no me busco para nada y las pesadillas se calmaron un poco, Lune se organizo para incluirme en casi todos sus planes, pero aunque parecía más tranquilo mamá y papá estaban muy preocupados por mi, papá pensó mandarme a un psicólogo, estaban incrédulos ante cambio radical de actitud.

Ya no quería vivir así, había mucho dolor en mi, un dolor que jamás experimente, las tardes salía solo a caminar esperando despejarme de pensamientos que me atormentaban.

Un día paseaba tranquilo cuando regrese al parque afuera del hospital que visite una vez, donde tuve la visión de Jinnie acostado en mis piernas y me senté en la misma banca, era de noche para cuando llegue al lugar y las estrellas brillaban, sentado ahí contemplándolo todo podía ver a la gente pasear tranquila caminando, parejas, familias, gente solitaria.