Daré Hasta El Alma Por Ti (JinTae) TERMINADA

La verdad de la muerte

Desplegue mis alas negras en la oscuridad, mis uñas comenzaron a crecer y lo blanco de mis ojos comenzó a hacerse presente...

Mi imagen de la muerte era escalofriante, mis expresiones pasaron de ser toscas y fastidiosas a ser grotescas y sardónicas. Jimin me observaba con un rostro que reflejaba una exagerada sorpresa de a poco transformandose en el de alguien que se enfrenta al peor de los terrores.

Totalmente transformado yo crecía al menos 30 centímetros y mi cabello se tornaba más negro. Recuperándome del dolor de volver a tener alas en la espalda humana que sangro  abundantemente y aún bañado de ella me acerque a mi  pequeño pajarito para acariciar su mejilla con mi mano inusualmente grande.

Esperaba que eso dejará claro muchas cosas para Jimin y le demostrará que era mejor no hacer tantas preguntas pero me equivoqué, el rostro de Jimin estaba totalmente pálido y sus ojos no dejaban de encontrarse en una mirada indescifrable.

El silencio se hizo pesado y parados uno frente al otro nos miramos sin hablar, hasta que por fin Jimin soltó.

- Supongo que eres la muerte...no te recordaba tan amenazante -  solo asentí con la cabeza.

Jimin sorprendido comenzó a reír dejandome aliviado por su reacción, sonreí y aunque en mi rostro la sonrisa era macabra para Jimin no era nada extraño, se acercó quitando mi mano de su cara y acercando las suyas a mis alas, acaricio mis largas plumas negras con bordes morados y soplo en ellas riendo más divertido aún, las levantó y agito envolviendose en ellas sintiendo su suavidad, me alzó los brazos  observando mi ropa y trazo las líneas negras de mi rostro con los dedos, observó mis uñas y al tomar mis manos se cortó levemente porque en realidad tenían filo.

- ¡Cuidado! ¿Amor te lastime?-  no me pude contener y la palabra cariñosa se escapó de mis dejando boquiabierto a Jimin quien me miró directo a la boca notando mis largos y afilados dientes. Ya lo había visto antes, pero imagino que creyó que alucinaba.

Me di cuenta de lo que había dicho y lo cariñosas de mis palabras  cuando Jimin se puso de puntitas para intentar alcanzar mis labios y besarme, se veía divino, era tan frágil tan pequeño y su piel era tan hermosa...

¡Demonios!

"¡Claro que si maldita sea! Por este hermoso humano he renunciado a la eternidad, por sentir el rose de su piel y beber la miel de sus labios, me condenare en el infierno si es necerario, pero nada me alejara de él." pensaba mientras me agachaba para besarlo cuando Jimin se detuvo  poniendo su mano sobre mi boca.

- Esto significa que... tu has tomado a todos a quienes he amado y algún día también tomarás mi vida ¿No es así? - pregunto dejándome mudo.

Yo no esperaba que me dijera eso, creía que en su carácter dulce y curioso solo querría saber todo sobre el gran secreto que acababa de revelarle pero no, ahora me incordiaba con la peor cosa que pudo decir.

- Mis padres son viejos, han vivido, la gente enferma ... Lo entiendo pero... ¿Que hay sobre Jinnie? ¿Porque no lo dejaste vivir? - cuestionó Jimin con su voz ahogada conteniendo las lágrimas que al menor descuido mojarian su rostro dejando ver de nuevo su dolor.

Se agachó y retrocedió con un vacío creciente en su pecho, trate de abrazarlo pero él me rechazó.

-¡¿ Todo esto por el imbécil de Seokjin de nuevo?! - grité fuera de mi al sentir que Jimin no quería tocarme - él decidió tomar su vida Jimin, no se puede intervenir en la vida de los seres humanos y...

- ¡Mentira! - gritó Jimin dejando salir sus impertinentes lágrimas que era imposible detener.- ¡Me salvaste a mi! ¿Recuerdas? ¡Avisaste a mis padres, no te detuviste ante nada, incluso no te importó que te viera como eres ahora.