Daré Hasta El Alma Por Ti (JinTae) TERMINADA

Poniendo todo en su lugar

Narra Seokjin.

"Necesito hablar contigo" escapamos de la escuela en silencio.

Caminábamos juntos por la acera, me sentía algo incómodo junto a "V" yo apenas había podido bañarme y estaba despeinado con la camisa desfajada,  como siempre parecía un nerd con mis enormes lentes. En cambio el olía muy dulce, como a cerezas y se había peinado diferente. Estaba agachado y tenía las mejillas rojas cuando lo vi de reojo, así que me puse más nervioso aún.

-¿A dónde quieres ir?- me preguntó tímidamente.

- Quiero mostrarte un lugar que vi apenas y creo que te va a gustar - lo miré directo y se volteó al contrario para no mirarme.

Después de un largo rato caminando llegamos al destino que apenas estaba abriendo sus puertas. "V" alzó el rostro y lo miró desconcertado.

- ¿Un acuario? - preguntó.

- ¿Recuerdas este lugar? - lo miré atento - ¿Alguna vez has estado aquí?

El no dejaba de contemplar las puertas del sitio tratando de entender en silencio cuando se me ocurrió decirle lo que el maestro de música me reveló.

- "V" yo ...- quería empezar a hablar cuando lo miré y me quedé mudo, había comenzado a llorar y sus lagrimas caían sin control hasta mojar su camisa. De pronto volteó con sus ojos mojados y me percaté que tanto era más alto que él.

- No me dejes Jinnie- me dijo agachándose y llorando todavía más fuerte.

- ¡No, no, no, eso nunca va a pasar !- le dije y sin pensarlo lo abracé - siempre voy a estar aquí.

Me abrazo de la cintura y metió su cabeza en mi cuello haciendo  mi corazón latir muy fuerte de nuevo y lo apreté más. Ya no me importaba que fuera extraño o que siempre hubiera preferido a las chicas porque algo en "V" me inspiraba la mejor sensación del mundo.

- Vamos - lo tomé de la mano.

- ¿A dónde? - preguntó.

- ¿No quieres mirar los peces?- pregunté tocando su nariz. Sonrió y apretó mi mano.

Esa parte de él no la conocía, era mi amigo él popular  seguro de si mismo pero algo en el había cambiado, se portaba tierno y aunque siempre estaba feliz desde que yo tenía memoria, ese momento fue muy especial.

Salimos aún tomados de las manos y cuando se percató que la gente nos veía raro, me soltó apenado  poniéndose rojo y comenzó a caminar frente a mi.

Reí para mis adentros y lo seguí, sabía que el querría ir a casa y lo acompañe en silencio, cuando llegamos se paró frente a su puerta y sin mirarme comenzó a explicarse.

- Siento lo de hace un rato Jin, no quería portarme así, aún no se porque llore, no entiendo, pero adoro estar contigo solo que hoy... Algo cambio y todo fue diferente, no quiero decir que no me guste así, solo que ... No sé cómo seguir.

Le revolví el cabello y me miró sorprendido.

- No tienes que disculparte, yo te hice ir y si quieres olvidarte de todo esto podemos dejarlo así yo también estoy confundido, es como si tú y yo fuéramos otras personas.

Se volteó y quedamos frente a frente, me sonrió y le devolví la sonrisa. Era momento de saber si el recordaba algo más de lo que yo recordaba, me sentía mal por hacerlo pero si él tenía memorias que yo no en verdad necesitaba descubrirlo.

- Solo quiero que sepas que... los días malos no son nada para mí contigo.

- ¿Qué? - me preguntó y su mirada se clavo en mi, vidriosa por unos segundos, entonces de golpe se metió a su casa.