Una rosa y muchas espinas. Amores de cuento de hadas, una bruja, un libro y algunos niños. ¿El misterio será la rosa?
Este fic participa en el #multisakumonth2021 y es #sakuharem #multisakumonth2k21 Muchas gracias a la página por dar la oportunidad...
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Esta vez, tenemos voz y nombre con Kakashi y Sakura :3
La magia del corazón
—Señor. ¿Realmente es usted un mango?
El hombre se echó a reír mientras miraba a la pequeña niña.
—Un mago —corrigió—. Y sí, lo soy.
Movió su mano hasta mostrarle una flor. La pequeña abrió muchos los ojos, sorprendida ante tal exquisitez de belleza. Por supuesto, las flores eran algo inexistente en ese mundo de tierras secas y árboles escuálidos. Aire artificial ganado gracias a la explotación de la magia.
—¿No estás en peligro?
—Lo estoy —confirmó cerrando la palma—. ¿Vas a decírselo a los demás?
Ella apretó los labios con fuerza y negó repetidas veces.
—Entonces. ¿Me buscabas por algo en especial?
De nuevo, su cabeza osciló en afirmación. Le tomó de la mano y bajó la voz.
—Sé que los magos podéis hacer un tipo de magia especial para curar a las personas. ¿Puedes hacerla?
—Puedo —asintió. Aunque era algo mucho más complicado como para explicárselo a la niña. Si ella quería que le curase un juguete roto o cualquier tontería, podría hacerlo de otra forma.
—¡Bien, perfecto, Shannaro! —exclamó. Luego, tiró de él con mucha más fuerza de la que esperaba que fuera capaz—. Entonces, tienes que curarla a ella.
Antes de que pudiera negarse o preguntar, la pequeña lo guio por las diversas calles, esquivando a personas y arrastrando los pies hasta una destartalada casa. Empujaron lo que en otro tiempo podría haber sido una puerta en condiciones y se adentraron entre las oscuras paredes. Gracias a su visión fue capaz de evitar golpes o pisotones incómodos a animales. Se detuvieron frente a una habitación de la que, antes de entrar, ya percibía el olor de la muerte que esperaba. Siempre era el mismo nauseabundo y empalagoso.
Vio la sombra apoyada en la pared, cuyos ojos rojos se entrecerraron al reconocerle. Le dedicó una leve sonrisa y se enfocó en la chica en la cama. Era una joven hermosa, rubia y que seguramente, en el futuro, sería muy hermosa. Se arrodilló a su lado y tras mirarla de arriba abajo, comprendió. Era una maldición debido a su sangre. Pertenecía a un clan enlazado a las antiguas flores, así que su escasez afectaba a su sangre.
Podía curarla, por supuesto. Pero, ¿qué clase de mago entrega algo a cambio de nada? No en ese mundo. La amabilidad no te ayudaba.
La niña le miró con ojos suplicantes.
—¿Puedes curarla? —preguntó.
—No lo hagas —protestó la muerte chasqueando la lengua—. Llevo años detrás de ella.
