Rose

Necesario para vivir

NaruSaku

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Siempre lo recibía con una sonrisa. Extendía sus manos hacia él y dejaba que los pétalos oscilaran al aire, naciendo de entre sus dedos. Sus ojos se encontraban enseguida y sentía el corazón latirle como respuesta.

Una trémula sonrisa se dibujó en su rostro antes de que su boca se moviera para darle los buenos días.

La emoción que eso creaba en él calentaba su corazón. Brillaba aún más, calentaba los días de primavera. Ni las nubes se atrevían a cubrir su rostro.

Eres el mejor sol que he conocido en mi vida —halagaba ella—. Lástima que vivas tan lejos. Me gustaría poder besarte. Pero si lo hago, seguro que me quemarías.

Esa era la realidad. Lo que los alejaba. La distancia y el hecho de que, si se acercaban, la destruiría a ella y el lugar donde nació.

Su pecado siempre sería observarla desde lejos, no podría tocarla, ni besarla, ni acurrucarla contra su pecho.

Sin embargo, ella necesitaba de él y eso lo hacía inmensamente feliz. Porque ella, esa mujer en forma de cerezo, le hacía sentir que era necesario para vivir. Y brillaría, descansaría, acariciaría sus hojas con sus rayos de sol, a cambio de nunca poder tenerla.

¿Era justo o no?

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"¿Y cómo sabe alguien qué es justo y qué no, querido sol?"

Miró la cuna y sonrió, acariciando los bordes.

"Todavía no. Una vez más. Pequeña vela. Dura una vez más".

Próxima pareja: NaruSakuSasu