CAPÍTULO 3

718 62 20
                                    

- ¿Segura que te sientes lista para viajar? - Pregunto una voz masculina un poco preocupada.

- Tengo que hacerlo, me acaban de asignar mi primera misión - Respondió una suave voz femenina - Además mi hermana se pondría furiosa si me viera en un estado deprimente - Sonrió de manera nostálgica al recordarla - Tengo que ser fuerte, de lo contrario no solo le estaré fallando a ella sino también a mis padres -

Urokodaki veía a Kagome con una mezcla de orgullo y pena; lo primero al ver que a pesar de todo se esfuerza por no dejarse caer y lo segundo, lo vea por donde lo vea, la vida había sido algo cruel con ella al arrebatarle a su único familiar.

La ojidorada que ve ahora dista mucho de la destrozada niña que llego hace tres semanas; durante una semana completa no probaba bocado algún, además tampoco dejaba de llorar y culparse por la muerte de Makomo mientras abrazaba la máscara que le había pertenecido a ella y la cual fue lo único que se recuperó. Urokodaki no sabía qué hacer, aunque quisiera consolarla no se sentía apto para ello, él le había tomado muchísimo cariño a las azabaches, por lo que la muerte de la mayor también le había afectado. Pero unos días antes de que el uniforme y nichirinto de Kagome llegaran esta se dirigió al lugar en donde se encontraban las rocas que habían cortado ella y su hermana, llevándose consigo la máscara de la ojician.

La azabache regresó al día siguiente, y fue en ese momento en que el ExPilar del Agua noto el cambio de actitud en su persona; a pesar de tener los ojos rojos por el evidente llanto, la mirada de determinación era difícil de ignorar al igual que la sonrisa que poseía, sonrisa que había dejado de mostrar.

- Bien, ya estoy lista -

Esas palabras hicieron que el mayor volviera a la realidad, viendo a la azabache salir de un cuarto y colocándose el haori de su difunta hermana encima de su uniforme, el cual consistía en una blusa blanca de manga larga, seguido de una chaqueta negra de manga larga y en el cual estaba bordado en la espalda el rango que poseía; la parte inferior era una falda tableada que le llegaba a mitad del muslo, solo que en lugar de que sus piernas fueran visibles, estas eran cubiertas por un mallon negro que le llegaba a tres dedos antes de llegar al tobillo; y un calzado rojo culminaba su atuendo, combinando de esta manera con el haori.

Esas palabras hicieron que el mayor volviera a la realidad, viendo a la azabache salir de un cuarto y colocándose el haori de su difunta hermana encima de su uniforme, el cual consistía en una blusa blanca de manga larga, seguido de una chaqueta n...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- A partir de ahora te esperaran batallas difíciles - Coloco una mano en el hombro de la preadolescente - Tendrás que dar tu máximo esfuerzo para que puedas librarlas -

- Lo se Urokodaki-san - Respondió la menor con una sonrisa - Daré todo de sí para ayudar a las personas y para que usted pueda sentirse orgulloso de mi - Sin que Urokodaki se lo esperara, lo abrazo con cariño para momentos después ser correspondida - Gracias por acogernos a mi hermana y a mí, en sí, gracias por todo Urokodaki-san -

- No tienes por qué darme las gracias Kagome, fue mi decisión ayudarlas cuando más lo necesitaban - Respondió mientras rompía poco a poco el abrazo - Cuídate mucho, sabes que serás bienvenida si algún día quieres visitarme -

HACIA UN NUEVO MAÑANA (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora