CAPÍTULO 10

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- Sumiko, a comer - Kagome se extrañó al no obtener respuesta de la niña - De seguro estará jugando con Ranga en el bosque - Fue la única explicación que le vino a la mente - En fin, tendré que salir a buscarla -

La ojidorada estaba por colocarse su calzado cuando escucho pequeños pasos dirigirse hacia ella, al alzar la mirada pudo ver a la ojirubí corriendo, pero lo que le causo algo de curiosidad es una cosa negra que ella traía en la mano.

- Niña, esos no son modos de agarrar a un ave y más si se tratar del compañero de la Pilar del Agua -

- Oh por todos los cielos, pero si es Kuro - Algo sorprendida, la Taisho reconoció a su plumífero amigo, el cual no dejaba de quejarse del modo en que Sumiko lo sujetaba.

- ¡Okaa-san! ¡Mira lo que me encontré en el bosque! ¡Un cuervo que habla! - Informo la niña en cuanto llego al lado de su nueva madre.

- Sí cariño, ya lo vi ¿Me lo permitirías un momento? - Pidió con una sonrisa, a lo cual la menor realizo la petición sin dudar - Ahora ve a lavarte las manos, la comida esta lista - Miro con gracia como la pequeña saltaba de emoción y entraba a su casa - Lamento mucho eso Kuro - Se disculpó mientras acariciaba con delicadeza a su amigo.

- Eso es lo de menos Kagome- Respondió el cuervo en cuanto la chica dejo de acariciarlo - Lo que realmete quisiera saber es como lograste salvarla de las garras de Kibutsuji -

- Bueno, los detalles son lo de menos, lo importante es que ella está libre de cualquier atadura con ese demonio - Respondió algo nerviosa, ya que sabía que Kuro la reprendería si se enteraba de la verdad - Cambiando de tema ¿Qué hizo que te demoraras en volver? -

Kuro, no muy convencido por el desvío de la conversación prefirió seguirle el juego, sabiendo de antemano que no obtendría nada de la azabache en esta ocasión. Sin más ambos fueron a la parte trasera del templo para así hablar con un poco más de comodidad.

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- Vaya, con que Oyakata-sama los envió a ellos junto a los Kakushis, eso sí es algo curioso, a decir verdad -

- Pues ni tanto, era lógico que enviara a dos Pilares junto a los Kakushis por si algún incidente se llegara a presentar -

- Con que al fin lograron llegar a ese rango, no podía esperarme menos de ellos -

- Pero ni por asomo ninguno de los dos te llega a los talones - Expreso con orgullo el cuervo, sacando a Kagome de sus pensamientos.

- No seas un exagerado Kuro, Himejima-san es más fuerte que yo, así que también en cualquier momento alguien más puede ser mucho mejor que yo -

- Él es punto y aparte, por lo otro, eso está muy lejos de suceder - Eso hizo reír un poco a la azabache, pero se extrañó al ver a su compañero adquirir una actitud seria - Bien, ahora hablemos del motivo de mi retraso -

Con curiosidad la Pilar observo a Kuro sacar de entre su oscuro plumaje lo que parecía ser una carta, la cual recibió sin entender realmente lo que sucedía.

- Hace tres días, cuando estaba a punto de regresar me topé con el cuervo de Kocho Kanae-san - La ojidorada se tensó al escuchar ese nombre - Me suplico de varias formar decirle en donde te encontrabas, que necesitaba hablar contigo -

- Pero ¿Eso qué relación tiene que regresaras hasta ahora? -

- Pues que este no dejaba de seguirme y por más que trate de evadirlo fue en vano, así que decidí que lo mejor era quedarme para que él no lograra encontrarte - Soltó un pequeño suspiro - Al ver que este no desistiría hice un trato con él, que me dijera lo que quería decirte y yo te pasaría el recado, al principio se negó, pero al final accedió al ver que no tenía otra opción -

HACIA UN NUEVO MAÑANA (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora