CAPÍTULO 7

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Era un agradable inicio de primavera, los arboles mostraban sus más bellas vestiduras, las aves cantaba con alegría, nada podía arruinar tan maravillosa estampa.

- ¡MALDITO TENGEN, ERES HOMBRE MUERTO! -

Bueno, casi nada.

Una muy enojada Kagome se encontraba corriendo tras el mencionado Pilar con katana en mano, ya que este se había tomado nuevamente el atrevimiento de besarla frente a una escuadra de cazadores recién iniciados y para colmo, el ojivino tuvo el descaro de decirles que ellos eran pareja.

- Vamos linda, yo sé que te gusto - Fanfarroneó el albino sin dejar de correr - Si hasta me correspondiste, además no debes negar que te encantaría ser mi pareja -

- ¡Eso solo fueron imaginaciones tuyas! ¡Además prefiero mil veces estar soltera que emparejada con un egocéntrico cabeza hueca! -

Esas palabras estaban demasiado lejos de molestar a Uzui, ya que a este le gustaba sacar de quicio a la azabache, aunque a veces terminaba en la Finca Mariposa cuando esta lograba alcanzarlo.

Esa escena ya era algo común de ver para algunos cazadores, pero para otros era algo, por así decirlo, extraño; ya que no se imaginaban ver a dos cazadores, en especial Pilares, hacer este tipo de escenas.

Con lo que no contaban dichos Pilares esta vez, es que no solamente ellos se verían involucrados.

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En el camino que lleva hacia la residencia Ubuyashiki se podía apreciar a dos cazadores caminar de manera tranquila, uno poseía una cabellera durazno y el otro una cabellera negra.

- Es bueno estar de regreso, últimamente ha habido demasiado trabajo, realmente necesito un descanso -

- No exageres, lo dices solo porque eres un perezoso Sabito, mejor apresurémonos para llegar con Oyakata-sama y ver si nos asignan más misiones- Lo reprendió cierto pelinegro - Además ¿No que querías conocer a la actual Pilar del Agua? -

- Y lo sigo queriendo - Se defendió el ojilavanda - Pero estoy empezando a creer que será difícil llevarlo a cabo - El ojiazul alzo una ceja - Quienes se encuentran en esa posición comúnmente tienen más trabajo que los demás cazadores -

- Vamos, no te desanimes, tal vez corramos con suerte y la conozcamos un día de estos -

- Hay veces que quisiera tener tu optimismo, el cual no lo has perdido al no encontrar rastro de la chica de la Selección Final - Rio al ver que su amigo se había tensado ligeramente - ¿Crees que no lo he notado? Fuiste muy ingenuo al creer que era muy indiferente con tu obsesión con las misiones -

- So...son ideas tuyas Sabito - Tartamudeo al verse descubierto, pero aun así no lo admitiría - Tal vez ella ni siquiera este trabajando en esto -

- Uno nunca sabe Giyuu - Respondió colocando ambas manos en su nuca - Puede que con suerte la encuentres a la vuelta de la esquina, ya vez que el destino puede ser algo curioso - Y el pelidurazno no sabía que tan ciertas serian aquellas palabras.

Ambos chicos estaban por doblar por una esquina, cuando repentinamente un hombre de extravagante vestimenta pasaba al lado suyo; miraron al tipo por un momento con curiosidad para después reanudar su andar sin darle mucha importancia a ello.

Ambos cazadores estaban por llegar a la dichosa esquina, en cuando Giyuu se proponía a doblar fue brutalmente tacleado por una desconocida persona. Como pudo se sentó en el suelo con el responsable de dicho suceso aun encima de él.

- Oye ten más cuidado por...r donde vas - El reclamo que iba a decir quedo solo en un susurro al ver a su "atacante".

Se trataba de una chica de cabellera azabache, la cual al percatarse de lo ocurrido se alejó del ojiazul para inmediatamente colocar su cabeza al suelo a modo de disculpa, pero lo que realmente dejo sin habla a Giyuu fue el color de sus ojos.

HACIA UN NUEVO MAÑANA (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora