CAPÍTULO 24

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Con algo de dificultad Sumiko se cubría a ella y Tamayo con una de sus barreras, el ataque continuó sin siquiera darle la oportunidad de contraatacar.

- No podré resistir mucho, aunque no son unas Lunas Demoniacas son muy fuertes - Frunció el ceño frustrada - Maldición, por las prisas no pude tomar ni mi nichirinto ni la de mi madre -

- Sumiko-chan, no malgaste tus energías en protegerme, al fin de cuentas soy una demonio -

- Eso es algo que no me interesa en este momento Tamayo-san - Respondió algo seria la ojirubí - Soy una mitad demonio, por lo que, así como protejo a los humanos, también la protegeré a usted y a Yushiro-san si es necesario sin importar que sean demonios - Eso dejo a la mayor sorprendida - Es algo que mi madre me ha enseñado desde que se hizo cargo de mí, humanos y demonios de buen corazón, cualquiera de los dos debe de ser protegidos -

- Kagome-san ha sabido inculcarle buenos valores - Pensó Tamayo con algo de admiración - No cabe duda que ha hecho un excelente trabajo -

- Vamos niñita, eso empieza a aburrirme - La voz de Susamaru llamó la atención de las féminas - De lo contrario tendré que acabar de una buena vez con la Pilar que está dentro de la casa, tal cual lo desea mi señor -

- ¡¿Buscan a Kagome-san?! ¿Por qué Muzan quiere precisamente deshacerse de ella? - Fue el intrigado pensamiento que cruzo por la mente de la médico.

- ¡No te lo permitiré! ¡Primero tendrás que pasar por mi cadáver! -

- Pues será como tu desees mocosa tonta - Respondió algo molesta arremetiendo con más fuerza hacia las mujeres.

- No tendré de otra que utilizar mis habilidades demoniacas para pelear - Miró de reojo a la mayor - Tamayo-san, por favor vaya adentro, tratare de encargarme de esto -

- Pero Sumiko-chan, no tienes tu ...-

- Lo sé - Respondió algo irritada - Los mantendré entretenidos hasta que amanezca, es lo único que puedo hacer en estas circunstancias -

La demonio no estaba muy convencida de ello, eran dos contra uno, no es que dudara de las habilidades de la peliburdea, pero le preocupaba la condición en la que esta se encontraba.

- De acuerdo, será como digas Sumiko-chan - Saco un pequeño frasco con liquido lila, entregándoselo a una confundida ojirubí - Bebe esto junto con el rosa, aumentará tanto tus habilidades espirituales como las demoniacas - Como respuesta recibió una sonrisa de agradecimiento.

Con una barrera más pequeña, Tamayo se retiró de ahí dejando a la Mizunoto sola con los dos recién llegados demonios.

- Oye cazadora ¿Acabas de llamar a esa mujer Tamayo? - Preguntó la demonio mientras botaba una de sus temaris.

- ¿Y a ti eso qué te incumbe? - Respondió de manera tosca mientras adquiría una pose defensiva.

- Vaya suerte la de nosotros Yahaba, sin ni siquiera imaginárnoslo nos topamos con esa maldita traidora -

- ¿Traidora? - Eso extraño un poco a la chica.

- Eso es excelente, nuestro señor estará muy complacido si también le llevamos la cabeza de esa maldita desertora -

- No se llevarán nada par de idiotas - Eso molesto un poco a los demonios - De ninguna manera se los permitiré -

Algo ofendida Susamaru le lanzó una temari con tremenda fuerza y velocidad, sonrió con satisfacción al ver que golpearía a la chica en el rostro, pero vaya sorpresa que se llevó.

HACIA UN NUEVO MAÑANA (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora