"La luz y la oscuridad siempre han convivido en mutuo acuerdo, pero hay veces que la oscuridad predomina sobre la luz y la luz sobre la oscuridad.
Llegará un punto en que la oscuridad tendrá que ser erradicada por completo, esto se lograra con un al...
- Mmm ¿Qué fue lo que paso? ¿En dónde estoy? – Se escuchó una voz masculina en una solitaria y oscura habitación - ¿Este no es mi dormitorio? – Se preguntó mientras examinaba el lugar gracias a la luz lunar que ahí entraba - ¡¿Cómo carajos termine aquí?! – Exclamó con sorpresa mientras se paraba de manera repentina del futón.
Esa persona no era otra más que Kyojuro, el cual comenzó a caminar como león enjaulado tratando de encontrar una explicación con lo que le estaba pasando.
- Haber, si mi memoria no está mal, me fui a la estación del tren después de que aneki se fuera de la casa, estaba por ir a la taquilla cuando un agradable aroma llegó a mi nariz – Sin dejar de caminar analizaba el minuto a minuto de los sucesos que llegaba a recordar – Y de ahí...nada, mi vista se nubló en cuestión de un par de segundos – Frustrado se rasco con algo de fuerza la nuca – Lo que aún no me explico es como carajos llegue aquí -
El chico se detuvo al escuchar un par de pasos dirigirse en su dirección, por lo que con la poca paciencia que en este momento tenía espero a que estos llegaran.
- Te digo que hace un momento escuche ruidos venir de la habitación de Kyojuro, estoy segura de eso -
- Debes de estar imaginando cosas Ruka, es imposible que alguien...este...aquí – Con el asombro dibujado en su rostro el hombre miro al dueño de ese cuarto en cuanto abrió la puerta, estaba por pedir una explicación cuando su esposa le había ganado la palabra.
- Kyojuro, hijo ¿Qué haces aquí? ¿No se suponía que tenías una misión? -
- En efecto Okaa-san, tenía una misión -
- Entonces ¿Qué rayos haces aquí? ¿En qué momento llegaste? -
- No lo sé Otou-san, en un momento estaba en la estación y al otro me despierto en mi habitación unas horas después -
El lugar se sumió en un gran silencio, cada uno sumido en sus propias conjeturas de lo que podría haber ocurrido, silencio que solo era parcialmente roto por el cantar de los grillos; no fue hasta que en un par de minutos en los que del rubio más joven se abría en demasía los ojos.
- ¿Ranga está aquí? – Vio a su madre asentir - ¿En dónde está él? -
- En el patio trasero – Respondió la fémina sin comprender para nada la reacción de su hijo - ¿Para qué lo...? -
Kyojuro salió disparado del lugar en busca del familiar de la que consideraba su hermana, esto sin siquiera dejar a la mayor terminar su pregunta. Mientras se dirigía al patio, rememoraba las palabras que muy vagamente recordaba provenir de los labios de la azabache, palabras que lo inquietaron en demasía.
"- Perdóname por esto, pero si con esto evito que alguien desaparezca de mi vida, no dudaría en volverlo a hacer -"
- Aneki ¿Qué cosa es lo que te orilló a hacer esta tontería? -
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- Me pregunto por qué en esta ocasión habrán enviado solo a dos cazadores – Pensaba cierto demonio, el cual se podía apreciar en su ojo izquierdo el kanji de Primera Inferior, este se encontraba arriba de uno de los vagones del tren – Bueno, sea como sea debo de acabar con ellos, solo espero que Muzan-sama este satisfecho con mi trabajo y me brinde más de su muy apreciada sangre -
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