CAPÍTULO 36

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- Creo que me faltaba darme un pequeño momento de relajación - Suspiró Kagome mientras se hundía en el agua caliente - Para la próxima espero poder venir con Sumiko - Expresó en cuanto su cuerpo estaba sumergido en el agua hasta el valle de su pecho.

Después de terminar lo que tenía pendiente, la azabache decidió ir a las termales que la Villa tenia, aprovechando que sería su última noche en ese lugar.

La ojidorada utilizaba el tranquilo ambiente para meditar un poco; hubiera terminado su sesión sin ningún inconveniente, pero el sonido del agua siendo movida la termino por sacar de su trance.

Guardó silencio para tratar de averiguar quien había ingresado a la instalación, pasaron alrededor de diez minutos hasta que dicha persona al fin hacia ruido, aunque ha oído de la Pilar le parecía más a un gruñido lo que este emitía.

- Auch, pero que carajos...- Pensó con molestia al sentir como algo había golpeado su cabeza - Esto es ¿Un diente? - Se preguntó con algo de confusión mientras miraba dicha cosa en la palma de su mano - Y no es cualquier diente, este definitivamente no es de un niño - Luego frunció un poco el ceño - Que poca higiene tiene quien quiera que sea el dueño de este diente - Eso lo pensó haciendo referencia por el hecho de tirarlo al agua.

- Pensó con molestia al sentir como algo había golpeado su cabeza - Esto es ¿Un diente? - Se preguntó con algo de confusión mientras miraba dicha cosa en la palma de su mano - Y no es cualquier diente, este definitivamente no es de un niño - Luego...

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Alcanzó la toalla que tenía a su lado, rodeó con esta su cuerpo para después comenzar a dirigirse a reprender a la poca higiénica persona.

- Vaya, vaya, miren a quien tenemos aquí - Pensó la Taisho con algo de asombro mientras veía al recién llegado, el cual al parecer aún no se percataba de su presencia - Oye, creo que no deberías estar haciendo eso - Vio a dicho cazador tensarse, aunque aun le daba la espalda - Especialmente en un lugar al que viene mucha más gente - Lo escuchó gruñir de manera profunda - Shinazugawa Genya -

- Vaya, vaya, miren a quien tenemos aquí - Pensó la Taisho con algo de asombro mientras veía al recién llegado, el cual al parecer aún no se percataba de su presencia - Oye, creo que no deberías estar haciendo eso - Vio a dicho cazador tensarse, a...

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- Eso no es tu maldito asu...- El pelinegro se giró con suma violencia y con unas claras intenciones de mandar al diablo a la metiche persona, pero toda intención se esfumó de inmediato al ver de quien se trataba - ¡¡Kagome-san!! -

Tan rápido como pudo, el chico se sumergió completamente al agua para cubrir de esa forma su completa desnudez, todo eso con un enorme sonrojo en el rostro, haciendo que la mayor comparara a este con un tomate realmente maduro.

HACIA UN NUEVO MAÑANA (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora