¡qué hace él aquí!

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Qué sorpresa me llevé.

—¡¿El vecino?! —dije casi gritando en medio de los aplausos, y en mis labios se formó una perfecta O de lo sorprendida que quedé.

—Lisa, ¿estás viendo lo mismo que yo? —preguntó mi amiga al parecer estando igual de sorprendida que yo. Asentí.

Y sin darnos cuenta, éramos las dos únicas personas de pie.

Tomamos asiento rápidamente y mi cerebro entró en duda nuevamente.

—¿Disfruta tanto hacerme quedar sorprendida con cada acción que hace? ¡Qué hace él aquí! —susurré ya sentada, pero con la cabeza dándome vueltas.

—Me pregunto lo mismo, ¡Era obvio que sabía que estarías aquí! —me respondió Rosé cruzando las piernas.

Rodé los ojos y apoyé mi cara en mis manos. De seguro JungKook quiere verme la cara de estúpida, y creo que de mi parte le di mucha libertad... Tal vez más de la que debí.

Desde un inicio especulé que sería un casanova bueno para nada con intenciones ocultas, ¡está bien, fallé con lo primero! Pero no pueden negar que algo secreto se traía.

De un momento a otro, finalmente inició su exposición. Tampoco puedo creer que será mi director, ugh. Seguro me pondrá como la que lleva cafés a todos.

Comenzó a hablar del origen del grupo de su padre, y temas iniciales para las prácticas. También nos mostró las áreas de la empresa mediante lo que proyectaba.

Y yo sigo con un rostro de "no lo puedo creer"... Jeon JungKook resultó ser el heredero de uno de los grupos más millonarios de Corea, y hasta puedo decir que de Asia.

¿Y el mundo tiene que ser tan pequeño como para que resulte ser mi vecino? Y mi futuro director.

No negaré que a medida que hablaba, yo también puse atención a sus palabras, y así fue la siguiente hora y media hasta que terminó dando una reverencia e indicando a los universitarios que debíamos desplazarnos a las afueras del auditorio para recibir las credenciales que usaríamos en la empresa.

Junto a Rosé, y habiéndome pasado un poco la molestia, nos dirigimos a la puerta del auditorio y realizamos la fila para también tener el colgante que llevaba un código particular que serviría para ingresar a las distintas áreas que la empresa tenía.

Y cuando llegó mi turno, di mis datos y al cabo de dos minutos lo recibí.

—Se ve bonito —dije dándole vueltas—. Grupo Lotte, qué fino —reí internamente mientras esperaba a mi amiga.

Cuando volvió, tuvimos que hacer otra fila para que nos entreguen una bolsa con recuerdos... De esas que dan al final de los eventos. Con folletos, una libreta, lapiceros y dulces.

Y finalmente ambas nos encaminamos a la salida de la universidad.

Hoy cada una iría por su lado.

Pero la suerte me jugaba mal, pues al cruzar la vereda, me topé con mi ahora "futuro director", JungKook.

Miré su auto de lejos y lo reconocí. El hombre se encontraba dentro y estacionado, tal como si estuviese esperándome. Yo debía pasar por allí, así que intenté hacerlo lo más rápido posible, pero fue en vano. Logró reconocerme.

—¡Hola, vecina! Te ves algo sorprendida, ¿te sucede algo? —me preguntó a través de la ventana haciéndose al inocente.

—Ni me lo digas, Jeon JungKook —bufé mirándolo de frente—. Es que WoW, ¿Cómo podría imaginar que fueras el heredero de ese grupo millonario? ¿Y mi futuro director? Me siento traicionada... ¡Me mentiste! —respondí exagerando a propósito.

一 COMENZÓ CON UN BRA 。Donde viven las historias. Descúbrelo ahora