se llama jaden.

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No quería aceptarlo, pero JungKook me había ayudado a bajar las escaleras y prácticamente me dejó en la puerta para luego volver a subir y encerrarse en mi habitación. Qué irónico, en serio.

Mis amigos ya habían llamado al timbre más de tres veces y claramente les debía una explicación. Por suerte, y como esperaba, todos trajeron lo que dijeron, y al verme saludaron alegremente.

—¡Hasta que abres! —dijo Rosé aperturando el diálogo, y reí para abrazarla fuertemente.

—¡Lisa, mi anfitriona favorita! —continuó Yeri ingresando a la sala con total confianza y tomando asiento en los muebles. Pero no tardó en darse cuenta de mi accidente—. Oye, ¿estás bien? Acabo de percatarme de tu pierna... Creo que ahora comprendo por qué no abrías.

Reí nerviosamente desviando la mirada hacia otra dirección. —Ah, eso... Hahahaha, estoy bien. Hace rato estaba ejercitando e hice un mal movimiento, eso es todo —expliqué falsamente.

—No creo que un mal movimiento haya causado eso —respondió Kai y sólo reí. Era obvio que no, pero debía hacer que creyeran que sí.

—De hecho, sí. Tengo antecedentes de accidentes en esa zona y no supe cuidar mis movimientos —argumenté, pues tenía que dar "razones"—. Y bueno, ¿qué tal todo, chicos? —pregunté desviando el tema.

—Uh, tardamos una media hora escogiendo las bebidas porque cada uno quería algo distinto —dijo Yeri, y asentí algo nerviosa dirigiendo mi mirada hacia mi celular. Había llegado una notificación.

"¡Tienes puros libros aburridos! ¿No tienes algo de comedia?" decía. Evidentemente era de JungKook.

Le di la vuelta al dispositivo sin más, y me centré en los chicos.

—Pues eso siempre sucede cuando deben comprar una sola bebida para todos, pero me imagino que en esta ocasión trajeron más de una, ¿verdad? —cuestioné expectante haciendo un ademán con las manos.

—¡Claro que sí! Pero para el almuerzo sugerimos pedir algo a domicilio. ¿Qué se les antoja? —añadió Lia.

Jay se puso de pie para buscar entre los bolsillos de sus pantalones. —Quisiera pizza. Justo mientras veníamos, una nueva pizzería nos regaló unos cupones, ¿no? ¿Qué opinan? —nos preguntó.

« Pues la otra vez que JungKook pedió su pizza, no llegué a comer y me quedé con las ganas ».

—Me parece bien, estoy de acuerdo —dije—. ¿Y ustedes, chicos?

—Si la mayoría está de acuerdo, por mí está bien.

Así que tomé mi celular y caminé lentamente hacia la cocina, específicamente el refrigerador, en el que había imantado un folleto de la pizzería "Peppo's Pizza".

Marqué el número y pedí la oferta de la semana.

—Bien, llegará en treinta minutos, eso me dijeron —comenté a mis amigos inmediatamente después de cortar la llamada con el restaurante—. Por mientras pueden ir comenzando con las bebidas. Es temprano.

No fueron treinta sino veinticinco minutos de espera.

Dado que tenía que validar el cupón de la oferta, tuve que salir yo, y detrás mío, mis amigos. Y para mi sorpresa era el mismo repartidor de la otra vez.

—Oh, ¡hola señorita! —saludó viéndome fijamente, con gran sorpresa—. ¿Disfrutó su pizza del otro día? Espero que el guapo joven de a lado le haya dado buenas porciones.

« No, no, no... Repartidor, ¡no hable más de eso! »

Lo miré con los ojos casi saliéndose de mis cuencas por lo que acababa de enunciar. Si mis amigos se enteraran de la situación de la otra vez, definitivamente estaría muerta.

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⏰ Última actualización: Dec 31, 2022 ⏰

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