de vuelta al minimarket.

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—Que decirte linda, hoy es tu día de suerte. Estoy yendo al minimarket por algo de bebida también. ¿Cuál es la que quieres?

—La de $5, cinco latas. —saqué el dinero de mi billetera y se lo entregué. Y qué puedo decir, tiene unas manos muy lindas y grandes.

—Oh no, no me lo des ahora. Vamos y ahí me lo das. —rió.

—Bueno, está bien... —que agradable sujeto.

Chaeyoung sabía que restaba en la situación, tristemente. Me mensajeó diciendo que se adelantaría a casa con el resto de las cosas, a lo que acepté y le entregué la llave. Sin más, fui con el vecino al minimarket.

El trayecto fue de silencio, hasta que él habló.

—¿Por qué me lo dijiste a mí?—cuestionó.

—¿Qué? ¿A qué te refieres?

—Sobre la cerveza. En serio, yo que tú, hacía un trato o algo similar con el cajero.

—Yo no rompo leyes —defendí mi postura.

Él me observó de cuerpo completo. —Sí que pareces menor de edad... y ya llegamos. —se burló el gran imbécil.

—Lo que tú digas... rata de alcantarilla. —lo último lo susurré y luego reí. Creía que él vería de algún modo madura al hacer eso, pero fue todo lo contrario.

—Y tus acciones, también lo son. —dijo adelantándose al establecimiento.

—¡Hola, Kihyun! —estrechó puños con el cajero, quien parecía ser su amigo. Yo tosí, intentando romper el ambiente.

« Y a mí me llama infantil. »

—Jeon, ¡Hola! ¿A qué vienes hoy?—preguntó el joven pelirrojo.

—Bebida, ¿y no hay algún descuento?—se aproximó a las neveras de la esquina, mientras yo a los snacks.

—Claro, fíjate.

—¡Hey... —me llamaba JungKook. No sabía mi nombre, sorpresa.

—Lisa, soy Lisa. —ahora me aproximé a las neveras junto a él.

—Lisa, estas están en descuento —dijo señalando un six-pack de cerveza junto a un whisky.

—Me gusta. Esa es la que quiero, y ahora, ¿Qué hacemos?

—Solo paga lo que quieres y me das el dinero para esto.

—Bueno, toma entonces —le hice entrega de veinticuatro dólares y me fui a la caja a pagar un paquete de galletas.

—Son 2$. —me dijo Kihyun.

—Claro, tome. —hice entrega del dinero.

—Cierto, ¿usted vino hace un rato?

—Sí, ¿por?

—Nada, curiosidad.

—Oh, bueno. ¿Conoces a ese chico?—pregunté.

—Sí, ¿por?—respondió divertido.

—Nada, curiosidad. Y pensar que hace rato no quisiste venderme cerveza, Kihyun. —hice énfasis en su nombre.

—Me disculpo por eso, señorita; pero yo cumplo el reglamento. Usted no traía carnet, además parece menor.

—¿Y él?—señalé a JungKook.

—Él sí, he visto su carnet. —se rascó la nuca. Rodé los ojos y esperé afuera a que JungKook pague.

« Al parecer el entorno del chico era igual de estúpido que él. »

—Y bueno vecina, acá está tu bebida. —JungKook se aproximaba cargando unas bolsas.

—Gracias, vecino. —me hizo entrega de una.

—¿Qué harás? ¿Una reunión de amigos? Eso es mucho como para ti sola.

—Ah, algo así.

—Siempre es bueno hacerlas.

—¿Acaso lo dices porque las haces cada viernes?—pregunté de modo indirecta.

—¿Tiene algo de malo?

—Son muy molestas, agh.

—Dices eso porque tienes envidia de no estar invitada. —dijo haciéndose el creído.

Que patético.

一 COMENZÓ CON UN BRA 。Donde viven las historias. Descúbrelo ahora