🥀Extra🥀

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El ruiseñor y la rosa - adaptación

-Ha dicho que bailaría conmigo si le llevaba unas rosas rojas -se lamentaba el joven universitario-, pero no hay en todo mi jardín una sola rosa roja

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-Ha dicho que bailaría conmigo si le llevaba unas rosas rojas -se lamentaba el joven universitario-, pero no hay en todo mi jardín una sola rosa roja.

Desde su nido de la encina oyole el ruiseñor, un joven de aspecto hermoso, el cual Miró por entre las hojas asombrado.

-¡No hay una sola rosa roja en todo mi jardín! -gritaba el estudiante.

Y sus bellos grises ojos se llenaban de lágrimas.

-¡Ah, de qué cosa más insignificante depende la felicidad! He leído todo cuanto han escrito los sabios; poseo todos los secretos de la filosofía y tengo que ver mi vida destrozada por falta de una rosa roja.

-He aquí por fin el verdadero enamorado -dijo el joven de caballera negra y una cicatris en su rostro, el cual desde lo mas alto del arbol lo escucha atentamente-. Le he cantado todas las noches, aun sin conocerle; todas las noches repito su historia a las estrellas, y ahora le veo. Su cabellera es oscura como la flor del jacinto y sus labios rojos como la rosa que desea; pero la pasión ha tornado su rostro pálido como el marfil y la pena le ha marcado en la frente con su sello.

-El príncipe da un baile mañana por la noche -murmuraba el joven universitario-, y mi adorada asistirá a la fiesta. Si le llevo una rosa roja, bailará conmigo hasta el amanecer. Si le llevo una rosa roja, la tendré en mis brazos. Reclinará su cabeza sobre mi hombro y su mano estrechará la mía. Pero no hay rosas rojas en mi jardín. Por lo tanto, tendré que estar solo y no me hará caso ninguno. No se fiará en mí para nada y mi corazón se desgarrará.

-He aquí el verdadero enamorado -dijo el ruiseñor, con grandes alas negras y una hermosa sonrisa-. Sufre todo lo que yo canto: todo lo que es alegría para mí, para él es pena. Realmente el amor es una cosa maravillosa: es más precioso que las esmeraldas y más caro que los finos ópalos. Perlas y granates no pueden pagarle porque no se halla expuesto en el mercado. No puede uno comprarlo al vendedor, ni pesarlo en una balanza para adquirirlo a peso de oro.

-Los músicos estarán en su estrado -decía el joven tatuado-. Tocarán sus instrumentos de cuerdas y mi adorada bailará a los sones del arpa y del violín. Bailará tan vaporosamente que su pie no tocará el suelo, y los cortesanos con sus alegres atavíos la rodearán solícitos; pero conmigo no bailará porque no tengo rosas rojas que darle.

Y dejándose caer sobre el césped, hundía su cara en sus manos y lloraba.

-¿Por qué lloras? -preguntaba una lagartija verde correteando cerca de él con su cola levantada.

-Sí, ¿por qué? -decía una mariposa amarilla que revoloteaba persiguiendo un rayo de sol.

-Eso es, ¿por qué? -murmuró una margarita naranja a su vecina, con una dulce vocecilla.

──Inflamación del corazón──Donde viven las historias. Descúbrelo ahora