Mi predestinado [JimSu] (Omegaverse)

Capítulo 9

Yoongi estaba pasando por el peor celo de su vida hasta el momento. Ya había tomado la segunda pastilla del día y mientras esperaba que actúe se revolcaba de dolor en su cama.

Se suponía que el dolor llegaba en el segundo día, sin embargo, apenas se alejó de Jimin, éste hizo acto de presencia, y más fuerte que nunca.

Cada segundo que pasaba, deseaba con más intensidad tener al alfa junto a él.

A pesar de que sabía que no era posible, tenía el presentimiento de que Jimin pretendía ayudarlo. O tal vez, solo era su delirante imaginación de omega en celo, que recreaba una y otra vez, la imagen del alfa entrando por la puerta de su habitación.

Extendió su temblorosa mano hasta la mesita de noche donde su vaso con agua reposaba lleno hasta la mitad.

Se lo empinó como si no hubiera bebido ni una gota de agua en días, y se sentó en la cama para servirse más. Sin embargo un nuevo temblor le hizo soltar la jarra casi vacía, que se habría hecho añicos contra el suelo si no fuera porque unas manos la atajaron justo a tiempo.

- ¿Jimin? -susurró antes de desmayarse por el dolor.

El antes mencionado descansaba en su habitación después de la cena con dos de los Min, y por más que pudo discimularlo muy bien, su preocupación por Yoongi prevalecía.

Caminaba de un lado a otro preguntándose si debería ir a verlo, o quizás el omega por fin había logrado descansar y su presencia se sobrepondría al efecto de los fármacos.

¿Debería ir igual, o intentar conciliar el sueño?

Su alfa rugía por atender al omega, pero su lado humano conocía a la Señora Min, y sabía que lo más probable sería encontrársela en el camino, igual de preocupada por su hijo que él.

Jimin se llevó la mano a los labios recordando el apasionado beso que había recibido por parte del omega, y una sonrisa pícara hizo aparición al recordar sus palabras anteriores.

"Nunca me había pasado el actuar de esa manera frente a un alfa, jamás sentí sumisión..."

El alfa fué consciente de todo lo que provocaba en el omega, cuando él mismo afirmó ser directo, pero actuó en contradicción desarrollando exageradamente la razón de sus sospechas sobre estar interesado en él.

Incluso se vió obligado a presionarlo un poco para que finalmente fuera tan directo como afirmaba sobre sus sentimientos, y a pesar de que intentó explicarle sus intenciones, el celo le tomó por sorpresa y no logró comunicarle nada.

Si. Definitivamente debía ir en su ayuda.

Desnudó su torso y vistió ropa limpia, con la intención de ofrecer al omega la remera y el suéter con su aroma impregnado, que acababa de quitarse.

Abrió la puerta de su habitación y cuando fue a salir no notó que alguien estaba a punto de golpear, así que se dió la cara contra la mano de la otra persona.

- Oh, lo siento Jiminie, discúlpame... -soltó la Señora Min, apenada.

Jimin se sonrojó al verse con su apestosa ropa en sus manos, sin embargo, la mujer sonrió y se cubrió intentando ocultar su sonrisa.

- No hay problema, ¿que necesita? -cuestionó, intentando generar una conversación.

- Verás, sé que estás haciendo tu trabajo con Geumie, pero necesito tu opinión respecto a algo. -comenzó- Está bien si no quieres o si contradice tu trabajo, pero cuando le llevé la cena a Yoonie, él mencionó tu nombre y luego se desmayó... Sé que tomó una segunda pastilla pero por lo que está sufriendo no parece ser de mucha ayuda... -explicó.